jueves, 17 de septiembre de 2009

Reflexiones en aras del Centenario Revolucionario



Mi trabajo se ha tornado interesante. De un área de Compras, dedicada al 100% a lo que es mi carrera, la vida me vuelve a colocar frente a un reto laboral que, además de compensarme medianamente (lo que en este México en crisis es prácticamante imposible), me incluye en un proyecto más que entrañable, llamado "Voces de la Revolución". Edito el audio de grabaciones hechas en 1970 a ex zapatistas, la mayoría ya parte del más allá.

En ellas ventílase la homosexualidad de Zapata, las canalladas huertistas; siento en cada palabra de los entrevistados el terror que en su dia tuvieron ante las balas, me ensillo con ellos y partimos a caballo a asaltar trenes enteros, en los que se decapitaban personas, se mutilaban, baleaban, violaban y robábase lo que se pudiera. Me he enterado de la nula paga que recibían y de las órdenes que les daban: "ai si ganan, pus lo que quede en la hacienda es de ustedes, no más si matan a los dueños nos traen el cadáver para llevarlo con el general".

Me sorprende el poco valor que poseía la vida en épocas hostiles y me aterró la descripción de un coronel, en la que detalla el hallazgo del cuerpo sin vida de su hermano de 3 años, apuñalado 31 veces por los que asaltaron su casa y dejáronle huérfano y sin algún familiar. Todos los que vivían en esa casa fueron asesinados y la madre, además, violada. Él quedó solo en esta vida a los 17 años, lo que le obigó a retornar a la batalla revolucionaria para poder comer y, obviamente, olvidar.

Es, ¡vaya!, harto interesante encontrarse con este material auditivo que data de 1970, mostrando las vivencias de soldados rasos, comandantes, generales, tenientes y subtenientes inmersos en un mundo de cambio allá en ese mundo post-porfirista que desató movilizaciones económicas, sociales, históricas, pero que, como en todas crisis, tocó más duramente a la clase baja del país y que a final de cuentas no fue más que un cambio de élites.

Concluyo citando la grabación del día de hoy:


Entrevistador: "¿y usted supo o le tocó vivir algún reparto de tierras después de la finalización de la revolución?


General: "No, eso no se dio, nadie obtuvo una mejor tierra, excepto los que gobernaban, que de por sí se hicieron ricos en las luchas, con los botines. Pero si la Revolución se trataba de que la tierra quedara en manos de los que lucharon en ella y que fuéramos más justos, entonces no hubo Revolución"

Cualquier coincidencia con El llano en llamas es ¿meramente circunstancial?

viernes, 7 de agosto de 2009

Fraternity disrigarding remoteness.

Algunos eventos últimos en estos días han dado pie a la reflexión sobre la existencia no corpórea, a pensar en el más allá, en el mundo que a todos nos espera, del que algunos disfrutan diciendo que no existe, otros imploran su comprobación, y otros sólo intentamos argumentar y a través de ese simple ejercicio en el que se descartan tesis con antítesis pretendemos llegar a una conclusión...
No tengo palabras para tí ¡oh querido amigo! La pérdida del cuerpo en esta dimensión ha de ser un trago diferente a lo que estamos preparados, pero deseo de todo corazón que te encuentres en un mejor lugar que esta impura dimensión, guardando algunos acordes para que cuando yo llegue, junto con todos los que te conocimos, nos muestres ese potencial que seguramente estás desarrollando del otro lado. Te conocí MUY poco. Pero fue suficiente para cambiar mi vida por tí. Es gracias a esos ímpetus que yo ya había olvidado que el proyecto de mi novela sigue en pie. Me he preguntado ¿cómo agradecerte esto Yannick, ahora que ya no estás?
Mis intenciones no son despertar el morbo y no quiero que este texto se vea como tal. Por eso no lo publico en tu perfil de Facebook al que muchos han accedido para comunicarse contigo (espero que los ingenieros de sistemas de donde estés tengan idea de cómo convertir los bytes de info y los códigos HTML en algo que puedas leer, si no esos weyes se la pela... fustanearon jajaja).
Te convertiste en una compañía para mí, un papel en blanco que sé que podrá escucharme, leerme, eres ahora alguien con quien hablar. Y no me malinterpretes, no voy por la calle como merolico dando un espectáculo monoléctico. Es individual. Una energía positiva que me impulsa en esos momentos de flaqueza. (Y de felicidad). Y ojalá no te pese.
No tengo más que agradecerte por compartir los pocos momentos que pasamos juntos, y como te dije la última vez que te ví: ¡salud, en pos de dos artistas amateurs tratando de trascender en este mundo¡
Me ganaste en el camino, pero te aseguro que pienso todos los días en tí cuando me siento ante este teclado a ver danzar los dedos.
Nos veremos pronto, más de lo que imagino, seguramente.
Descanses en paz, querido Yannick.
PD. Te dejo un verso de Whitman.

O Me! O Life!
Walt Whitman

O me! O life!... of the questions of these recurring;Of the endless trains of the faithless--of cities fill'd with the foolish;Of myself forever reproaching myself, (for who more foolish than I, and who more faithless?)Of eyes that vainly crave the light--of the objects mean--of the struggle ever renew'd;Of the poor results of all--of the plodding and sordid crowds I see around me;Of the empty and useless years of the rest--with the rest me intertwined;The question, O me! so sad, recurring--What good amid these, O me, O life?

Answer.

That you are here--that life exists, and identity;That the powerful play goes on, and you will contribute a verse.

viernes, 31 de julio de 2009

Escribiéndote

De letras, números y garabatos está hecho el mundo. Déjame pintar los míos en tu vientre desnudo, déjame esculpirte a versos, a galope de tinta, en humeantes palabras escritas para su lectura... por tí.

domingo, 26 de julio de 2009

Playita

Moría de calor cada vez que la aguja del reloj indicaba más de las 8 de la mañana, las palmeras de la playa atraían a más y más moscos y yo era su desayuno predilecto. El calor y yo no somos el uno para el otro. Toda mi vida he preferido las climas fríos, gélidos de ser posible. Pero Huatulco no fue tan malo. A pesar de convertirse en esos pueblos dedicado al turismo extranjero en su mayoría, donde uno visita una tienda y en vez de ofrecerle un "refresco" le dan una "soda" y donde es más fácil comprar una tarjeta para hablar a Canadá y a EUA, que a México, la experiencia valió la pena.
Internamente. Asenté mi traserito en una duna, con la vista hacia una de las Bahías más lindas que jamás he visto, con la mente despejada y las metas a la deriva, cual pequeña embarcación en mar abierto. Mi chelita daba a esta imagen una serenidad acogedora, la brisa hacía apacible el calor que refulgía en mi espalda. Sedimenté mis pensares. Las letras y los escritos pasaron más lento en el subtitulado de ideas. Y fui sereno, lleno de paz. ¡Ah! ¡Qué buen descanso!
Recomendable.

martes, 30 de junio de 2009

(Esto es sólo para registrar mi blog) Atención no requerida. Gracias.

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Hermandad ecológica.



Si la fotosíntesis artificial nos pudiera permitir llegar a ella con un compuesto adecuado, estable, que nos permitiera almacenar la energía, mantenerse polarizada durante un tiempo para poder interactuar con otras moléculas, la vida sobre la tierra cambiaría. El modo natural más perfecto y perdurable para almacenar energía solar sería del dominio de la humanidad entera, y muchas de las formas antiguas, anquilosadas, amancilladas serían destituidas. Perderíamos la dependencia de combustibles fósiles, y una que otra institución (Pemex, Shell), país (Arabia Saudita), o grupo de interés (Texas, los sindicatos de las petroleras) estarían (¿están?) en contra de la utilización de energías alternas.


La planeación de un sistema estructural que soporte este tipo de investigación que a la postre se convertirá en el eje del motor de la humanidad es un posible escenario en que México se puede colgar y nos puede sacar del anonimato para ponernos en primera plana dentro del diario que escribe el planeta en el día a día. Apenas comenzamos en la carrera espacial, cuando hay naciones que nos llevan más de 50 años en su consecución. Sin embargo uno de los activos más importantes que nos han dejado civilizaciones pasadas y que aún se encuentran presentes en nuestros genes (opinión poco sustentada científicamente, pero que es una forma de expresarlo y espero me lo permitan) es la manutención de un equilibrio entre el bienestar natural global y el de la humanidad, que irónicamente se sustenta sobre el primero. ¿Por qué no apegarse a esa gran evolución cultural que perteneció a nuestros antepasados y realzarla, reutilizarla, reciclarla, readaptarla y sacarla a flote? De niño, recuerdo con gran añoranza, la gran enseñanza que me dieron los libros de historia fue que nuestra antigua Tenochtitlán fue un lugar que, antes que funcionar como refugio de seres humanos, participaba íntegramente en la veneración del equilibrio entre la existencia de los homo sapiens sapiens y los demás individuos que conformaban el ecosistema. Con el pecho inflado me sacudía las letras de la mente y sólo quedaba la imagen pura del gran avance científico que lograron nuestros tatarabuelos mayas con recursos tan puros y tan cuidados, tan bien administrados. Ese es un ACTIVO. Es una herencia, un patrimonio que debería de refulgir en el centro de nuestra actual existencia. Es un faro, una piedra filosofal que nos indica el camino a seguir como raza, como sociedad no mexicana, no hispanoamericana, sino mundial.


Entiendo que Maltus tiene una teoría más que sólida sobre el destino humano regresivo hacia las cavernas y retroactivo al conductivismo hobbesiano habitual, más parecido a una mezcla de Cuando el destino nos alcance, Seaworld (Mundo acuático), MadMax y dirigido por Benicio del Toro. ¿Pero aún hay salvación?


Con este texto realzo la parte nacionalista que me inculcaron, pero no es la principal tesis, los colores fronterizos me resaltan por tradición, pero ahora que han desvanecido su importancia (Globalización, TLCAN, Unión Europea, etc.) dejan al frente los problemas comunes que enfrentamos como civilización global. No importa si eres de Brasil, de Argentina, de Colombia, de Nicaragua, de España, de Cuba, de Estados Unidos, de Groenlandia, de Islandia, de Tailandia, de Francia, de Polonia, de Sudáfrica; musulmán, católico, mormón, protestante. Para respirar y comer no hay diferencias, Porque si la antes URSS dejó un almacén de armas biológicas que nunca se destruyeron nos afecta. Si las empresas transnacionales que contaminan más al mundo siguen empeñadas en dejar de lado la prevención social y no sólo la medio reparación de los daños que nos causan con sus actividades, nos afecta.


Abogo por la búsqueda permanente de la sustentabilidad. Anuncio públicamente mi compromiso con mi planeta, mi tierra, mis recursos que también son los tuyos, los de tus familiares, los de tus vecinos, los de tus amigos y enemigos, de tus mascotas. Y no basta con un movimiento de consciencia. Acciones, escritos, canciones, películas, anuncios en medios masivos de comunicación; nos falta un replanteamiento de vida humana. Porque sí se puede vivir en un mundo diferente. Sí podemos salvar a las especies en extinción (porque ellas se apagan, y se liberan del problema, pero al final sólo quedaremos humanos, al paso en el que vamos, ¿imaginan un mundo de una única raza?). Es hora de que comencemos a movernos, a despertar, a obligar íntegramente a la sociedad a cambiar, y las acciones se conocen: rechazar las bolsas de plástico en el supermercado, cuidar el agua, utilizar energías renovables (¿no están hartos del precio de la luz y de la gasolina?), usar composta hecha en casa, reorganizar la azotea para que sea verde (que además nos ahorra 25% del predial /espero no equivocarme en el dato/, sembrar mi propia verdura (¿lo han pensado? Además de ser una terapia podemos controlar el riego, la higiene, la calidad y sobre todo, el precio, para evitar las alzas bruscas por especulación, sobredemanda, temporada), etc. basta con buscar las acciones en internet (googléalo). Este es un deber generacional que acepto con gusto. ¿Se atreven a ayudarme? Un comment con un simple sí me ayudaría a saberlo, y espero que no sea un sí que sólo tecleen, sino que sea un verdadero compromiso con ustedes mismos. Gracias de antemano por el apoyo.

miércoles, 24 de junio de 2009

Trascendencia sentimental







¿Qué has hecho en este corazón? ¿Cómo es que has conseguido llegar ahí tan rápido? Los revoloteos de tus alas de mariposa te han llevado allí, a posarte en la carne expuesta, en esa parte que me reservaba para que nadie tocase, y a la que con éxito había escondido de muchos besos y caricias que deseaban para llevársela.






No lo niego, el miedo me invade, me asuza, me arrulla con cara de malicia. Amor tenía yo por la imagen de la mujer. Es la efigie inmaculada la que no causa ningún rubor, ni sentimiento cálido. Pero tú, mariposita, tú... te adentraste sin quererlo en mi alma, en mi cuerpo, en mi mente, en mis letras... ¿y ahora qué pasa? Me encuentro de repente en terreno virgen, desconocido.






El otro lado de la relación es muy fuerte. Realmente la llama del deseo se enciende al pensar en tí. Esos momentos de pasión, desenfreno carnal, son monumentos erigidos a Eros. ¿Es normal que cada vez que te vea me sienta tan atraído? ¿Es normal que, además, remuevas fibras de mi pasado e incorpores ardientes hilos de recuerdos, sentimientos y esos te construyan una armadura tan preciosa, tan profunda, que te mantiene unida a mí por la magia que te rodea?






Siempre imaginé una historia de amor contigo. Y después descubrí tu ser, tu alma, tu interior. Y me encantó. Tu eterno reír, tus lágrimas ocasionales, tu sensibilidad escondida. ¡Esos besos inolvidables, llenos de pasión, de ternura, tan tuyos¡ ¡Muérdeme otra vez, por favor¡






¿Cómo saber si es amor? ¿Cómo saber si terminará en lágrimas, amor desenfrenado, o una vez más, un corazón roto, escurrido de anhelos, besos, caricias; fracturado por alguna pena? La razón me pone frenos y me mira a los ojos con cara de condescendencia, pero toma mi mano con rigidez y no la deja ir. El corazón es un percherón desbocado que si por él fuera, podría participar en un circo romano con la firme convicción de vencer a un ejército espartano.






Mira en qué terrenos me tienes, amorcita mía...

viernes, 22 de mayo de 2009

Ladrón de magia, de intimidad... consejero literario de lujo.


Otro ejercicio de escritura rápida llena de deletes y backups porque resulta que ahora en las compus de la facultad se les ha ocurrido cubrir con celofán los teclados. ¿Qué microsoft no puede sacar una cubierta hipoalergénica o algo así? Carajo, estas fundas improvisadas hacen que uno teclee la letra "s" y aparezcan la "e", la "a" y la "s".... en fin digamos que el estrés del fin de semestre se hace presente y junto con él me invade el hartazgo, la plena flojera de pensar en tener saturada la agenda... y la opción de mantenerme aletargado...


Decidí darle una oportunidad al programa Google Earth y vaya que me me he sorprendido. Uno teclea "Barbados" y directito el globo lo manda a la región deseada y le indica los lugares históricos más importantes, fotos, nombres de las calles, etc... Y me ha parecido que ahora me gustaría viajar con mi Google Earth sobre la Ciudad de México y pude ver mi casa desde ahí... además de saber el nombre de varias calles que se ven desposeídas del letrero correspondiente... y yo conozco a varios pelafustanes que se dedican a robarse los nombres de las calles y tapizar sus recámaras con ellos... bastante extraño... además hacen gala de un semáforo, de algunos conos señalizadores... en fin... parece el crucero de Sullivan porque tienen fotos de chicas con poca ropa... un lugar en donde la música pesada, los juegos de video, la compu con youtube y el deserden se mezcla con olores como colonia de hombre y zapatos usados... típico de jóvenes machos solteros sin vida... (y yo los visito¡¡ ¿qué hago ahí? jajaja) Regresemos a los de Google Earth... ahora el individualismo + la globalización aterrizada en el uso de internet + las fotografías satelitales = viajes virtuales sin costos alguno... aunque cuando le dije a una chiquitita que iríamos a Cabo San Lucas y le llevé a la compu y le enseñé las fotos.... no se mostró para nada agradecida, como yo pensaba, sino que volteó la mirada al techo, esbozo una sonrisa de "pobre idiota" y regresó a ver su DVD de Café Tacuba...


Sin embargo, al menos para los que nos dedicamos a las artes, sean escritas, pintadas, habladas, o lo que les venga en gana, es una herramienta útil porque nos apoya en la impresión de realidad, pues si hablo de Praga, es casi imposible que sepa el nombre de las calles y menos que la avenida Linhartská hace esquina con la calle Husova. Y ahora, sin embargo, los viajes me han emocionado un poco menos... pues uno tiende a idealizar las visitas a lugares nuevos... y no será lo mismo si ya lo vi en Google Earth... aunque me permitirá hacer visitas mundiales sin moverme de mi compu... no lo sé... siento que roba un poco de intimidad y magia a las ciudades... ¿no lo creen?


lunes, 18 de mayo de 2009

Persuasión interna ad hominem.



Resúltase que el proyecto de la publicación se viene encima. Y a veces uno desdeña esa posibilidad y al menos, la aplaza cada vez más, pues mírase como un camino divergente en el horizonte. El punto fuerte de la ocasión es el proceso creativo, que esta vez al parecer se viene un poco diferente al simple suceso de apoltronarse enfrente del teclado para desenredar la madeja equívoca, promiscua, turbia, entintada por arquetipos e ideales que rodean mi existencia, sintiéndome un herrero que le da forma a la lámina, de a poco.

Esta vez es posible que se venga la ayuda divina de alguien muy especial. Ese alguien posee un bagaje afectivo y formativo inconmensurable. Le conozco desde los pocos años de vida, de antes de la década. Apareció de repente donde uno comienza a socializar, en aquellas aulas de los noventas, en unas calles de la colonia Polanco.

La inmortalicé sin más. Su cabello negro, lacio, despeñado en sus hombros, rodeando un cariz de pureza, una mirada de esas que sólo las niñas de aquella edad poseen, cándida, maliciosa, encantadora. Acompañaba el cuadro una risita de pómulos alzados, de barbilla afilada, de cejas paralelas, contagiosa cual epidemia, energía positiva pura.

Y a pesar de que el primer amor se vive a intensidades psicodélicas, los esfuerzos de retenerlo son en vano, pues la evolución del cuerpo opaca todo brío encaminado a la conservación. Ella se embarcó en su yate y partió al horizonte lejano, hacia nuevos mares, en busca de nuevas playas, otros soles, con la simple gana de agitar su mano hacia mí, en señal de separación… yo sentí el hálito del adiós en la cara, pequeñas gotas de mar que su partida dejó, y guardé ese cuadro como un tesoro… lo tengo colgado en la memoria y lo repaso a diario en las mañanas cuando el cerebro se reinaugura, y estoy seguro que a cada relación que me apego, el retrato se acusa como humedad en papel, y a veces al encontrar soledad, mi memoria lo trae ante mí, y mis ojos y mi corazón lo observan como la primera vez que vi Nuit Étoilée de Van Gogh.

Ahora, entrado en edades inéditas poseo el privilegio de contactarla y de contarle mis peripecias literarias, a lo que ella respondió con sorprendente proactividad. Me ha ofrecido su valiosísima ayuda y le he dicho que sí. Simplemente un apoyo de una profesional del tratamiento psicológico.

Pero ahora con esa armadura que posee, llena de Freud, Lacan, Reich, Klein, Bion, Jung o Adler; la turbación me invade, me cimenta un muro de precaución que me invoca a desatender mis quehaceres literarios. Aunque la plática sobre la represión, la condensación, los sueños, el desplazamiento, el libido y las pulsaciones (Drang), las etapas oral, anal, fálica, el período de latencia y la etapa genital; el inconsciente colectivo, el arquetipo, la posición esquizo-paranoide, infunde más interés que desasosiego. Además no vengo en posición Popperiana de clasificar actividades en ciencias y pseudociencias… sólo quiero incursionar en apetencias de enriquecer las pocas palabras ordenadas, consecutivas, que suelen acopiarse en mis espacios idílicos, épicos, retóricos, satíricos…


Además la curiosidad se viste de interrogación: ¿qué busca ella?

martes, 12 de mayo de 2009

Librería de vidas... en diario...


Hoy pasé por una librería un poco diferente, única en su clase. Venden y compran diarios. Así es, así como lo leen... venden diarios de cualquier persona que se anima a ir con ellos bajo el brazo y no le importa dar un trozo de su vida por unos cuantos pesos...



Paseando por los estantes ví muchos con tapas duras, tapas blandas, de colores extraños como uno de color yema de huevo con una carita morada que sonreía en una cubierta y otra muy triste en la primera página. Era de una niña (en su tiempo) de 1974, que escribía una carta con sus actividades más importantes cada día (clara definición de un diario), pero además conversaba con un tal Señor Lagui, quien al parecer no hablaba y no tenía contacto con ella... sólo leía su diario en las noches... y lo más raro es que había respuestas... la letra parecía de un desordenado conductual, pues era casi ilegible, alargada, muy separada y la tinta que siempre usó en sus redacciones era color hueso y su pluma se notaba que era estilo fuente... ¿han visto alguna vez una tinta tan rara?



tendré que regresar a dar un vistazo a ese diario porque me llamó mucho mi atención... sobre todo la parte en la que el desconocido describe a la niña con gran detenimiento el interior del cuerpo humano, como si fuese cirujano, porque describe texturas... olores.... y lo más escalofriante... hasta sabores. Descifra con gran maestría y con un lenguaje simple las técnicas de embalsamado, momificación, amputación de miembros, transplantes... ¿es eso normal? :s



Otro diario advertía un texto algo parecido a esto:



Hoy me invade la tristeza, en un remolino sentimental que poco puedo explicar. Es uno de esos días en que todo pudo estar bien. Nada salió mal y au contraire, todo fue excelente. Estoy en medio de una lectura muy amena, de un libro de Joe Hill llamado El traje del muerto. El personaje principal demuestra a lo largo del trama una inestabilidad emocional digna de un cantautor. Incapaz de mantener relaciones largas, lo que lo mantiene a flote es su música, y la únicas relaciones duraderas que tiene: una con sus perros y otra con su empleado.



Algo de esto he visto en mí, reconozco mis patrones de conducta, sé por dónde voy cómo voy a actuar bajo ciertas circunstancias. Reconozco mi debilidad por las mujeres, pero una vez teniéndolas a mi lado, soy incapaz de mantenerlas lejos de ese lado oscuro que tengo en el que las lastimo. ¡Dios! Parece que un doble se apodera de mi mente y simplemente deja salir todo aquello que me callo, que no puedo decir cuando la línea de la amabilidad y la cordialidad está frente a mis pies.



Destruí ese amor con desdén. Fue muy fácil, sólo asesiné la confianza que establecimos ella y yo desde un principio. Acabé con la mirada dulce y amorosa que le tenía, y le propiné una que seguramente apagó el brillo de mis ojos, los mantuvo hundidos bajo mi ceño fruncido y mis palabras de amor, poesía, elogio; se incrustaron en sus oídos como serpientes venenosas mordiendo hasta los tímpanos bajo palabras altisonantes, desgarradoras, incisivas...



Ahora sólo resta recuperar el cuerpo agónico de nuestra relación y darle primeros auxilios... esperando que no sufra otro ataque... pero puedo apostar que sus pupilas ya no se posarán en mí como lo hicieron desde un principio... lo sé... Yo no me miraría igual... de hecho la primera vez que me vi en esta situación me di asco, repulsión, me encerré en una prisión por un rato y decidí no dejar salir ese alter ego. Pero al salir y estar controlado es una fuente infinita de creación... de perfección literaria... de búsqueda de lo humanamente trascendental... Aunque si se desboca es como un huracán, y lo peor es que ataca todo aquello que amo... es como salir un día de tu cama y levantarte, estirarte, y darte cuenta de que tu familia, y todo aquél que te importa ha sido asesinado en tu casa, mientras dormías...



No puedo más... no puedo más...






Las páginas restantes se veían en blanco... y la letra del final se había remarcado unas varias veces, con mucha fuerza, casi atravesando el papel. Un ejercicio que se me hizo interesante fue comprarlo, e intentar imaginar qué seguiría a partir de este punto. ¿Cómo habrá sido su dueño? ¿Tendría doble personalidad? ¿Quién lo hubiese querido así?


Interesante... muy interesante...


miércoles, 6 de mayo de 2009

Escamas en el ojo




Pasó al súper por una botella de tequila. El tic del ojo derecho no desaparecía. Cerraba y abría su ojo de forma descontrolada, aunque no era de manera frecuente, pero sí a un ritmo que desesperaba. Cada quince minutos le atacaba el tic durante dos minutos y dieciocho segundos. Después paraba. Pasaban dieciséis segundos. Y una réplica le acogía, cerrando y abriendo nuevamente, ahora tan sólo veinticuatro segundos más. Al final una lágrima involuntaria le recorría el rostro y debía limpiarla si no quería que le hiciese cosquillas al llegar a la parte superior del cuello. Ahí se deslizaba a veces y le mojaba el cuello de las camisas. Le parecía una molestia.



Cuervo, Tres Caballos, Viuda de Romero, Cien Años, Corralejo… repasó las marcas de las botellas en su mente y cada una se asociaba con recuerdos tan diversos y tan cálidos, algunos, o tan lejanos, fríos, desagradables que le recorría un frío escalofriante la piel, le enchinaba los vellos de los antebrazos y le doblegaba las piernas. Recordó la costa de Oaxaca, esa parte de playa casi virgen que recorrió con su mejor amigo. Recordó la brisa del mar, esos anocheceres de fogatas, de guitarras y cánticos a capella. Ese fondo de reggeae que siempre acompañaba el incesante batir de las olas. Recordó el preciso instante en que el lanchero con el que se hospedaba le trajo la botella del refrigerador. “Se la puse a enfriar Don, pa’ que no le sepa a té”. La confianza de la amistad le permitió abrir la botella y darle un sorbo directo del borde frío, todavía escarchado. El líquido, a pesar de los grados de alcohol que contenía (40) recorrió la garganta sin esfuerzo durante unos cinco tragos, enfriando las paredes y hasta la boca del estómago.


Le trajo a la realidad un nuevo ataque del tic, y una persona que circulaba por el mismo pasillo tratando de decidir entre un par de marcas de brandy le miró extrañado, y como buen mexicano, desconfió de sus facciones, creyendo que se encontraba ante una persona en estado de ebriedad, lo que le hizo tomar la botella más cercana a su mano y alejarse lo antes posible del individuo. Dio vuelta al pasillo y tomó de la cintura a su pareja diciéndole: “vámonos, ahí hay un borracho”.
Aprendió rápidamente a hacer caso omiso a su tic. Mientras le embestían cerraba su otro ojo y su mente despegaba. Pensaba. Se ocupaba de lo que, según él, muchos de los demás no hacían. Reflexionaba sus actos futuros. Él sabía que tenía una ventaja. Pensaba en lo que hacía cada 15 minutos. Todo lo reflexionaba. Incluso un día le había salvado de ser atropellado. Llegaba a la parada del autobús con cierta prisa y éste abandonaba ya la posibilidad de subir a más pasaje. Comenzaba su trayecto retirándose. Él pensó en cruzar la calle de manera intempestiva y tomar un taxi para no llegar tarde a la entrevista de trabajo. Un hombre de corbata negra, gordinflón, de unos 110 kilos, 1.65 m de estatura, bigote, con la calva brillante llegó detrás de él chiflando y gritando airadamente al chofer del autobús para que parara. En ese momento el tic se hizo presente. El regordete le atizó para que gritaran juntos, y al darse cuenta de su problema, volteó los ojos hacia el cielo, mostrando su desaprobación ante el poco apoyo obtenido. Echó otra mirada al camión que se alejaba, lo que le hizo dar la espalda a la calle. El tic iba apenas empezando su segunda fase. Mientras tanto pensaba en las otras posibilidades de llegar a su entrevista y recordó que había una línea de autobuses que cobraba menos y que le dejaría en el mismo lugar, sólo tenía que esperar unos 10 minutos más; eso descartó la primera posibilidad de cruzar la calle…


Cuando abrió los ojos un rechinido de llantas y un gran golpe, además de gritos ahogados le sorprendieron. Una camioneta blanca con algún logo de una empresa se daba a la fuga con el parabrisas deshecho, y el capó lleno de sangre. Nuestro personaje rellenito yacía en el suelo boca arriba, con un brazo extendido en el asfalto y el otro bajo su cuerpo con una flexión que era imposible si no presentaba una fractura. El codo estaba doblado hacia el exterior, como saludando la bandera, pero con la mano en la espalda. La sangre recorría el pavimento. Una pequeña convulsión terminaba con la vida del pobre hombre, mientras el tránsito se acumulaba en el lugar.


Impaciente, de espaldas a la avenida, cruzóse sin dar cuenta de que la camioneta rebasaba a una velocidad que excedía los límites, pues el chofer ya había sido advertido por su lentitud en el viaje anterior. Al momento de pasar uno de los coches más lentos un camión salía de un almacén de refrescos, lo que casi lo impacta con la parte trasera del camión. Pero la pericia del conductor logró que diera un volantazo hacia el lado derecho, precisamente hacia donde cruzaba nuestro ansioso peatón descuidado. Las tres toneladas de la camioneta pasaron fácilmente por encima del ahora tope humano.


“Pude ser yo. Pero el tic me salvó la vida” rezaba nuevamente ante el estante repleto de botellas de tequila. Por eso ahora no reclamaba, no se enojaba con la vida por haberle dado ese chocante espasmo. Tomó una botella de Viuda de Romero y se dirigió a la caja. La cajera le sonrió más por costumbre que por agrado. “¿Encontró todo lo que buscaba?” Cómo decirle que no, cómo insinuarle que el amor desapareció para él de manera abrupta, que el destino le arrebató a la mujer de su vida y se la llevó lejos, con alguien que le lavaba el cerebro y la trataba mal; cómo explicarle que la contorsión de los músculos faciales le ocasionaba dolor en las noches y que se había aficionado al alcohol por eso, para dormir al menos unas cinco horas. Simplemente asintió. “¿Es todo?” Volvió a asentir. Sacó un billete de $100 y pagó. Tomó la botella y la abrió antes de recibir el cambio, dando un gran trago antes del próximo embate gesticular. La cajera lo volteó a ver con asco y prácticamente le aventó el cambio, haciendo un gesto de negación al mover la cabeza de un lado a otro.


Una visita más en la que lo veían como espécimen anómalo. Tendría que ir a otro lado por su alcohol de ahora en adelante. Pero el siguiente tic no fue como los demás… el ataque duró menos, 1 minuto y cuarenta segundos. Y no hubo repetición. Se dirigió al baño, extrañado, y en el espejo vio la horrible realidad. Una pequeña protuberancia, de la textura del lomo de un reptil salía de su córnea. Al parecer traspasaba la córnea y salía desde el cristalino. Tenía escamas. Escamas en el ojo.

lunes, 27 de abril de 2009

Nueva realidad


Nueva realidad.

Así amaneció Sarajevo el 29 de junio de 1914 después del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, ya con una declaración de guerra de parte de Austria, con el origen de una desazón social mundial... y habitantes boquiabiertos que sabemos son siempre los menos culpables, los de menor capacidad de contestación en la toma de decisiones, pero siempre los más afectados.


La Gran Plaga



200 millones de muertos, Alejandría, Constantinopla; ciclos de 8 a 12 años. En el siglo XIV hay un brote que además tiene de fondo una guerra entre genoveses y tártaros en la ciudad de Kaffa, de donde salió por los puertos (en las ratas pues la enfermedad se propagó por las pulgas de los roedores, quienes portan la bacteria Yersinia Pestis) y llegó a Constantinopla, a Sicilia; de las costas sureñas de Italia se disemina hacia Europa, entrando por Suiza, llegando a Portugal, España, Francia, Inglaterra, Noruega, Alemania, Polonia, Rusia, Mesopotamia, Egipto... Despertar en aquellas épocas era un milagro debido al poco desarrollo de la medicina, y a la extensión territorial que ocuparon las ratas.



VIH



¿Debo de hacer algún comentario al respecto del virus más conocido del siglo anterior y del presente? Más de 25 millones de muertes y 39 millones de infectados. Nos vamos a dormir a diario sabiendo que existe, se reproduce entre nosotros y cada vez hay más infectados.



Gripe Porcina



He aquí el terror de nuestros últimos 8 días. Surge con una característica que rebasa imaginaciones de grandes literatos. Se contagia por vía aérea. Es curable. Y las películas de 12 monos, Epidemia, Soy leyenda, etc. se volvieron realidad en pocos minutos ante la mirada incrédula de familiares, amigos, enemigos, parientes, vecinos, y todos nos convertimos en el enemigo público número 1. Las costumbres latinoamericanas, especialmente las mexicanas de tocarse, abrazarse, besarse, estrecharse las manos, se vieron relegadas al simple "hola", o a la adopción de saludos orientales (inclinaciones).



Y sin embargo para aquellos que carecemos del gusto de andar rodeado de cercanías innecesarias, y que además gesticulamos ante el contacto (que si nolo hacíamos era mal visto) con otros seres que se acercan a "saludar" y con ese pretexto estrujan, chismorrean y fisgonean cuanto pueden además de interrogar cada destalle al estilo AFI, CIA, NSA... esta inmersión en individualismos socorrentes más que molestar incluyen en el macroambiente una atmósfera atípica pero tan agradable...


Añade, sí, una notoria variedad a la cotidianidad. El súpermercado es un desolado conjunto de estantes y uno que otro empleado escurridizo que mira más con terror al cliente que con actitud de servicio -nunca me habían escudriñado tanto las fosas nasales con la mirada-; las calles parecen invadidas de zapatistas (todos con no más que los ojos de fuera y de andar apresurado), los centros comerciales parecen hechos para fantasmas...
La imaginación me daba para incluir escenarios tan irreales (hasta hace una semana) como este en mi mente. Pero tenerlo a flor de piel, tan vívido... es simplemente un deleite para aquellos que amamos las novelas del estilo apocalíptico... y fuera del giro dramático-escénico propone un nuevo status quo.

Ahora el acto consuetudinario del escritor deberá de alejarse del mar de novelas, cuentos, poemas, escritos en general (en México hasta cumbia de la influenza porcina tenemos) que hablarán de epidemias. Y podremos retomar el estilo tan meloso, divertido, surreal de los años del Charleston...

¿O qué no el escribir es deformar la realidad y adaptarla subjetivamente al estado deseado que generalmente se ve influído por llevar la contraria a los eventos institucionales de cada época?¿Será que los gothics se apegarán a la vestimenta blanca y al amor por el prójimo... y los cristianos/musulmanes/judíos/mormones/católicos/satánicos repelarán a su Dios la llegada de estas plagas y los llevará al extremo contrario?

Momento de reflexión al menos... un elixir para la escritura... un tope en la carretera de la vida conservadora amante de los estatismos.

Welcome to la era del incentivo a los extremos... ¿a cual te apegarás? Yo profesaré el escriturismo. Y ¡sí!, el libro regresa al mundo con una fuerza increíble, creo que es lo que faltaba en nuestro país para leer... al menos mis conocidos han aumentado en un 200% su promedio de lectura anual...

No cabe duda... nueva realidad...

lunes, 13 de abril de 2009

Sociedad vs. Decisiones gubernamentales unilaterales.


A ver, a ver… a los extremos socioeconómicos en México no les gusta jamás ser comparados.

Pero recordemos el incidente de la reestructura del Aeropuerto de la Ciudad de México:
Todo inició en 2001, en el mes de mayo, durante la administración del presidente Fox. Se decidió que se expropiarían 4550 hectáreas ejidales. Se pagarían aproximadamente $7 por metro cuadrado. Matemáticas básicas: 45 500 000 metros cuadrados x $7= $318 500 000. Trescientos dieciocho millones quinientos mil pesos. ¿y la plusvalía posterior no dejaría esos terrenos con precios por las nubes? En fin, no pretendo ser partidista, ni sectorial, es sólo una pregunta obvia que cualquier ciudadano se haría. Después la oferta se subió hasta los $54 por metro cuadrado. (El monto total ascendió a los $2 457 000 000, dos mil cuatrocientos cincuenta y siete millones de pesos). Esto ya en julio de 2002. Muere un campesino y el asunto concluye en la cancelación en agosto del proyecto.

Saldo: 1 muerto, unión y movilización de campesinos a lo largo y ancho de las carreteras del país, bloqueos, tráfico, smog, la formación del FUCCA (Frente Unido de Comunidades contra el Aeropuerto), amparos, marchas y movilizaciones.

En septiembre de 2008 la ex Delegada de Miguel Hidalgo presentó un programa de desarrollo urbano de su demarcación. Se invertirían 15 mil millones de pesos y se generarían 30 mil empleos. El pequeño problema se suscitó cuando derribó parte del ecosistema al talar varios árboles, entre ellos un octogenario fresno; y se anunció que la obra esperaba hacer excavaciones en zonas donde hay ductos de gas y de alta tensión a menos de un metro de profundidad. Asociaciones como Salvo Lomas, cuya líder es Trinidad Belaunzarán, Gestión Ambiental como asesora, impidieron que las obras siguieran adelante por medio de movilizaciones, clausuras, reuniones, además de una posible explosión que mataría casi a 4 mil personas instantáneamente. A pesar de lo irreverente, poco funcional, ilógico, poco convencional, el proyecto parecía seguir adelante. Nuevamente una movilización de ciudadanos interrumpió un acto que vulneraría la estabilidad vecinal. Finalmente y muy a pesar de los políticos pasajeros delegacionales, los vecinos (de cualquier rincón de la ciudad) somos los que permanecemos en los sitios afectados.

Saldo: ningún muerto, varias movilizaciones y bloqueos, tráfico, smog, amparos, marchas y movilizaciones. 1 delegada menos.

Entonces sí funciona esto de unirse y alzar la voz de forma ordenada y bien enfocada. Lean bien y no se detengan cuando se trate de votar, analicen su voto, háganlo racionalmente, los contrapesos que pueda haber en nivel federal, estatal, municipal/delegacional, legislativo, ejecutivo… ¿qué pasa si el PAN gobierna acá, el PRD acá, el PRI acá, el PT acá, Convergencia acá….? Son preguntas obligadas para todos los que queremos participar en la conformación de nuestro sistema de gobierno. Bravo por los vecinos de Polanco y por los de Atenco, ¿qué pasaría si en todas las delegaciones nos quejáramos así por cada uno de los problemas que sabemos pasan a diario? ¿existiría ese tiradero de basura clandestino de la esquina? ¿seguiría vendiendo droga el vecino que ya sabemos que se dedica a eso?¿tal vez la patrulla pasaría más seguido por nuestra puerta? La sociedad tiene la batuta ante las autoridades, pues estas últimas emanan de ella. Aprovechémoslo.

Plática con Órbitas Ausentes. (Espero no te enojes mi flaca, es un buen apodo).


Quiero perder las ansias. Me persiguen como si fueran sombras detrás del fugitivo alumbrado por el sol en el desierto, donde no hay para donde correr, a donde llegar ni donde esconderse. Me pega la perversa ausencia, me carcome la maldita consciencia en esta triste carrera contra el viento. El cuchillo de tu mirada me hace trizas por más que huyo de él. Ya me deshizo el alma por hoy. Sólo pido que pare. Y no se puede. Trato de ausentarme ante gustos momentáneos, esas diatribas del buen actuar que hacen que la mente se pase a retirar y dejan a las personas en estado zómbico. Pero después de esas comidas, de esos tragos, de esos momentos de intimidad, sólo sé que me estará esperando por las noches para revolcarme en mis errores, abofetearme con la mirada inquisitiva de la moral, y pasaré a ser su esclavo en las sombras, sufriendo como Prometeo ante la agonía incesante de mi propia creación.


Antes parecía un dolor cualquiera que dejaría de lado, pero se ha tornado de asintomático en detestable amargura de un día a otro. Me persigue desde el café de la noche, que si pudiera iría a escupir. Hoy no me sentí Borges, hoy soy el triste personaje de la casa de Asterión, pero no me divierto. Hoy mi prosa no buscará el crecimiento ulterior. Hoy viene de espada desenvainada en momento destructivo. Hoy paseo entre muros con el vaho saliendo de las fauces, arañando mis pasiones y adelantando mordidas ante cualquiera que tiende la mano.


Hoy puedo sangrar nuevamente por el simple hecho de sentirme vivo y retocar el amor al dolor. Es autoinfringido porque así lo decidí. El problema es cuando vengo en este estado de embriaguez mental y hay un ser querido cerca. Es entonces que el Dr. Jekyll se transforma en Mr. Hyde y la inercia de dolor les salpica la cara, dejándolos para siempre marcados. Es por eso que en estos momentos debo de permanecer entre paredes. Me siento como un cuervo con los ojos de sus dueños en el cogote, virando la cabeza hacia la infanta desvalida que llora en la cuna.


Es como Un día de furia, pero interna. Es una bomba de Napalm que recorre las metas, los logros y los fracasos que he tenido y se ríe a carcajadas por el odio que le tengo, y me saca la lengua para luego desaparecer entre mis manos a punto de estrangularla. Se desvanece como humo y deja ante mis ojos atónitos el simple olor putrefacto de mi comida que lleva meses en esta jaula y que ni las ratas pretenderán comerse. Ya no sé si mi estado famélico mental me causa alucinaciones o la muerte sólo buscó el pretexto de la anemia para adelantarse y presentarse hoy. Y a pesar de todo me gustaría portarme como Macario de Traven con ella, pero a mí no me habla. Sólo me mira con ojos de tristeza y me echa en cara las promesas desvalidas que no cumplí. A pesar de mis arrepentimientos, ella ríe de mi extraño momento de tintes católicos y se acurruca en mis ya desaparecidos muslos, ahora huesos casi de pollo, susurrando que eso ya no me sirve de nada, más que para darle más argumentos a favor de la miseria de la existencia humana, hugovictoriana.

Ufanado en que he amado y que ella nunca podrá hacerlo me veo envuelto en una apología de la existencia que irónicamente me consume la mía. Y el amor que una vez creí que poseí, me indica ella, fue pura fantasía, pues en realidad ninguna de las mujeres con las que estuve terminó conmigo “por raro”. Y esa es mi pregunta final… ¿a qué vine a este mundo, con facultades tan diferentes a las de los demás? Ella rompe en carcajadas, y sus órbitas ausentes se clavan fijamente en mis órbitas casi pegadas al hueso y me indica: “eso lo tenías que descubrir tú, inútil”.

Casi no lo logro, pero lo pude descifrar al final de esa conversación, durante la que estuve haciendo lo que más me gusta, aunque sólo haya sido en este triste papiro más arrugado que la piel de Tutankamón. Había nacido para escribir. Y eso finalmente calmó mi desasosiego. En conclusión entendí la razón de mis pensamientos garabateados en el piso, en la alfombra, en las paredes, en mis ropas roídas. La afección por los cuentos, los sonetos, las elegías. Mi amor por los versos alejandrinos, mi incursión en las rimas asimétricas, mi odio por la poesía contemporánea, pero mi pasión por los versos ortodoxos, pensados, rimados… y dí cuenta de mis más bajas pasiones por las escritoras de todos los tiempos, mi imaginación voló nuevamente con la figura de Juana de Asbaje y se dio rienda suelta con la voz de Ikram Antaki, y se regodeó con el único poema que me ha escrito mi mariposa. Ahí solté mi última fuerza vital y escuché mi terminal suspiro.

Algo me despertó. Mi cabeza descansaba sobre este teclado y mi entrada de blog estaba en blanco. Un aire muy frío recorrió la parte baja de mi cuello del lado derecho, entre la nuca y la oreja, y con un muy bajo tono la escuché retirándose y al momento dijo:


por hoy fue una advertencia, mi querido Ismael, vive aferrado a lo que te apasiona, o vive sin sentido y sin rumbo por siempre.


Hasta MUY pronto.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Actividades indispensables en la vida de todo ser humano.


"Having a son, planting a tree and making a blog"
"Avoir un enfant, planter un arbre et faire un blog"

To blog or not to blog...


(Bloguear o no bloguear, esa es la cuestión)

martes, 24 de marzo de 2009

Sturm und Drang: tempestad e ímpetu.


Bueno, pues no morí. A pesar del autoritarismo, la humillación y los gritos ensordecedores del coach, la práctica transcurrió sin mayor contratiempo. De ahí pasé al gimnasio y después tuve el momento más glorioso de estos días. Pude ver a mi mariposita. Algo asombroso, de verdad. Extrañaba sus manos. Su cabello. Su mirada. Su voz. Ver esa sonrisa que tiene cuando me ve.


Me declaro adicto a los marasmos sentimentales. Es mucho más interesante pasearse por la vida con algunos conflictos de amores y desamores. Es divertido cuando hay amores, adrenalina, feromonas, endorfinas, chocolates y flores; besos, caricias, roces, zonas húmedas, calor, intensidad, deseo, pasión. Digamos que todos los temas relacionados con el período romántico que respondió inmediatamente al Clasicismo. Puramente individual, subjetivo. Pero siempre enalteceiendo la libertad como estandarte para luchar contra los esclavismos racionales, metódicos, de respuestas frías y sobreevaluadas. Louis Charles Alfred de Musset enunció que el único idioma universal es el beso. ¿Alguien quiere charlar conmigo? Ja, ja.


Aunque los desamores también tienen lo suyo. Y el cuadro de Caspar David Friedrich creo que lo ejemplifica perfectamente, por eso lo puse de ilustración. Un desamor siempre te conduce a la reflexión. Un desamor desestabliliza el mundo cotidiano y te lleva a conocer tus alcances. Esa diferencia de la exaltación de ideales, de búsqueda de lo genuino, lo natural, es sin embargo, mortal. Porque nos lleva a la confrontación extrema de dos mundos disímiles: el antes mencionado y el habitual, el real. Para eso está el suicidio. Pero ¡hey!, sin esta parte de cursilismo, sin este sentir patético (DRAE: Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.) no habría EMOS, ni Darks, ni artistas, ni deportistas, incluso creo que muchas ORGs como Greenpeace no existirían. Entonces concluímos que el desamor es constructivo, creativo en consecuencia. La melancolía es la felicidad de estar triste, dijo Víctor Hugo.

¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Poeta español.

La importancia del vano (para muchos) sentimentalismo estribó en el Romanticismo en que, para empezar, la obra teatral en la que se sitúan muchos críticos y conocedores de las corrientes artísticas para dar inicio a la corriente romántica es Sturm un Drang, Tempestad e ímpetu; de Friedrich Maximilian Klinger. Una pieza que resalta la subjetividad personal, el malestar del hombre en la sociedad. A esta le siguieron obras de Goethe y de Schiller.
La relevancia personal que le imprimo es que en el mundo del sentimiento vive mi poesía. No he escrito un Sturm un Drag, ni un Macbeth, pero siempre la entraña, el corazón, la tripa, es donde surgen muchas ideas, odios, amores, versos y canciones.
Hoy en mi entraña revolotea una mariposa.
Gracias.

lunes, 23 de marzo de 2009

Ya lo veremos Logia.


Quince minutos para escribir. Será un ejercicio dadaísta o mejor, una elección equivocada de todas las palabras y temas, pero hoy se presenta así la ocasión. Incluso puede ser mejor. Escrito menos ataviado, menos glitter, menos shining. 45 segundos menos. Y sí leí un poco de la novela Diablo Guardián y puedo decir que me está costando. No por la extensión o por la historia. Es el monólogo. Me cansa mucho estar leyendo un monólogo de una niña de 16 años que encarna la versión femenina del sarcasmo y el materialismo, y alternado el show el valemadrismo bajo, sexual, impávido, de su colega Pig. Claro que una novela tan cansada deja lugar a más reflexiones.

12 minutos. Incursionaré en las actividades deportivas en la UNAM. Espero poder entrar al equipo de americano. ¿Un deportista de americano que antes de entrar se va a escribir una entrada en su blog? Una vez más el adjetivo que más me ha acompañado en la vida resurge: raro. Un amigo se rompió la pierna en tres en esos entrenamientos. Yo quisiera que me rompieran la voluntad o la terquedad o la rareza. ¿se podrá? Él ya no puede caminar. Pero no me preocupa, pues hasta Stephen Hawking escribe. Así que a menos de que termine encamillado en coma, seguiré con estos escritos. Es lo mío. A pesar de los muchos cambios que he tenido en la vida, es lo único que me apasiona realmente. Escribir. Y leer. Vaya, qué simple suena decirlo y qué trabajo me ha costado darme cuenta.

9 Minutos y la mariposita no me llama. Yo tampoco le he hablado. A veces siento que se aleja de mí porque la canso. ¿Y quién no? Al parecer raro viene acompañado de un aspecto no muy agradable, como el mío. Dicen que soy complicado. A las mariposas les gustan las flores y yo disto mucho de ser una planta. Si me comparara con un animal... pues tendría que recurrir a alguien más para que lo hiciera. No puedo compararme. A ver qué animal dice la mariposita que soy. ¿Me querrá? ¿O sólo viene porque tengo colores brillantes como flor, pero cuando vea que soy venenoso se irá volando? Eso... tendría que ser venenoso. Pero llamativo.

5 minutos. Ya debo ir al campo. Solo, mi compañero no llegó. Es como ir de camping a la trinchera cuando empezó la 1era guerra mundial. No sé nada de americano. Sé las reglas. A veces jugaba con mis cuates. ¿Pero en campo oficial? Jamás. ¿Con coach? Nunca. A ver qué rol tengo en el juego de estrategia.

1 minuto. Para recordar que la vida me tiene que cambiar este año. O sea que el mundo cambiará este año ¿anhelo la trascendencia?. ¿Me leo muy seguro o muy soberbio o muy tonto?

Ya lo veremos Logia.

viernes, 13 de marzo de 2009

Matrix literario vs. Recursos Humanos






No, no, no y no. Me rehusé a entrar a esa clase matutina de Administración de la remuneración. Y es que no me parece agradable estar enconchado en clase, escuchando un debate sobre si a las personas debe de llamárseles capital o recurso humano. Y dicen que los aforismos deben ser resultado de la experiencia. Al parecer los que discuten la definición antes dicha en vez de ser administradores deberían ser paremiólogos.



Cuando uno entra a una conferencia, una clase, una película, lee un libro o se encuentra enfocando la atención totalmente en una consecuencia de la mente de alguien más creo que nos convertimos, nos moldeamos. Ingresamos al universo ajeno como bolitas de plastilina sin forma, y el contenido, las emociones, la estructura, el fondo, en sí cualquier elemento que recibamos nos transforma. He ido a clases donde salgo con personalidad de Shakespeare, o de Steve Jobs o de Obama o cualquiera de las mil y un babuchas que me he enfundado. Algunas me quedan, otras... mejor las retiro, pero gozo de una personalidad ajena por un momento. Pero en esa clase hasta los zapatos de Changoleón me quedan grandes. Salgo haciendo gala de convertirme en un antirecurso humano, o sea un indigente, un escaso, una penuria, una carestía o un desvalido.



Me llegué a encontrar en esa clase con mis páginas llenas, retacadas de dibujos que representaban mi anhelo de salir volando y escribir. Por aquí una playa, por allá un ave, por acá un equino en pleno hipódromo… y lo decidí. La valuación de puestos y la justa remuneración cursadas de 9 a 11 en el salón D105 de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México no serán jamás mi fuente de ingreso, de satisfacción de necesidades maslowianas, no y no.



Es mucho más intenso, agradable, gozoso echarse un café y leer a Taine, Spencer, Spinoza, Iglesias, Vasconcelos, que escuchar chucherías baratas y discusiones sin fondo de aforismos pseudointelectuales. Y sé que el resultado de entintar la hoja o de teclear letra tras letra en la compu siempre resulta desvariado, íntimo, exhibicionista, desleal. Pero, ¿no es precisamente ese sentimiento el que alienta al escritor a conformar sus enunciados? Y es grave porque puede volverse una adicción. Una completa obsesión, una necesidad más grande que la de comer: Al principio uno escribe después de alimentarse, después comparte ese tiempo de teclear o garabatear con una mordida de torta y un café... y cuando son profesionales se sumergen en su Matrix (en vez de ver un montón de numeritos como en la película, ven en letras) y el alimento son ellos. Yo apenas estoy en el segundo estadio, al parecer.



¿Escritor de profesión, cómo se llega a serlo? Creo que debes de vivir ensimismado en las olas de las letras que ordenas una y otra vez, una vez más, como ladrillos que nunca deben ser iguales, pero deben tener simetría, sustentarse, combinar, ser coherentes, verse bien, ser originales, no aburrir y, además de todo, expresar ideas, historias.



Por el momento mis historias se arrumban una tras de otra y la edificación es más una Torre de Pisa que un Palacio de Versalles. Algo al menos me alienta. Salir de la clase para entrar al mundo cibernético exige pasar entre la gente normal (así me lo han recalcado, creo que es aquella que habla de temas menos aburridos que yo y encima no se responsabiliza por ingresarlos a un blog, además cuando vienen a la facultad no piensan en escribir, sino en forjar su mente como un subterfugio de índole neoliberal y trabajar para Big Company con un salario de perro famélico y un horario de mula citadina). El caso es que pasar entre ese desfile de individuos me lleva a toparme con una o dos nenitas que de repente pasan y te guiñan el ojito, así, como no queriendo.

No serán Érato, Clío, Terpsícore, Melpómene, Talía, Urania, Calíope o la más sucia: Euterpe (es la más sucia porque toca la flauta, jaja). Pero si algo tengo es imaginación con las chicas y las visto de toga, las recuesto en esas poses de orgía romana, les invento una personalidad interesante y me deleito con esas comedias, óperas, tragedias mentales. Sí, ya sé lo que están pensando: este wey no tiene nada qué hacer, qué patético, cero realista…



Pero los que les dedicaban culto a las musas en Pieria, y aún hoy en día habemos algunos, invocamos las curvas sublimes de una mujer a la falta de materia en el pensamiento, pues de tenerlo vacío a llenarlo con los olores y sabores femeninos, prefiero lo segundo y muchas veces proporcionan las palabras y hechos que son materia prima de la escritura. ¿Robo de identidad? No lo creo, es sólo el incremento de las variables en el escenario, es un plus, un stock que nos saca de apuros en el momento de presentar la obra en el teatro ateniense. Está bien, seré más apegado a la realidad: son agarraderas chilangas y necesarias que te sacas de la manga cuando no te sale nada de la mente y la hoja está en blanco. ¿Felices?



En fin, sigo defendiendo la actividad estenógrafa sobre la de ser un escucha pasivo en una clase que sólo proporciona olores humanos concentrados, y a veces penas ajenas, a veces divertimentos en los que la pobre oradora no puede mantener la atención de un montón de nosotros sobre la materia más aburrida de la carrera. Lo mismo dirá ella de mí si leyera este blog. Citando a Oscar Wilde para defenderme “No existen más que dos reglas para escribir: tener algo qué decir y decirlo”. Además aquí me lee quien quiere y nadie se queda a la fuerza. Sólo yo. Ya escuché: ¡Obsesionado!

viernes, 6 de marzo de 2009

De visita por el Museo de Antropología de la Ciudad de México.


Pasando revista por el museo de Antropología, con ansias extremas de conocer la exposición de los Zares, y de paso reposando del trabajo, pues alguna vez Oscar Wilde nos mencionó que "El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer”, transité esas salas en busca de otro mundo.

Me sorprendí por el hecho de ver piezas de esa región asiáticoeuropea tan maravillosa y todas junto a las salas de los toltecas, mayas, otomíes, y demás co-culturas. Nos hablaron de la primera ciudad rusa importante, Nóvgorod. Situada arribita de San Petersburgo, cuna de la raza Rus. Me instruyeron sobre las 35 letras de su abecedario y vimos piezas que realmente me deslumbraron. Me inquietó la idea de tener tan cerca el estilo de vida de la crème de la crème rusa. Un dato que me dio mucha risa de los gobernantes fue el siguiente: nos empezaron a hablar del árbol genealógico de los estadistas rusos, y pues empezaron con Pedro I, un grandulón de 2m04cm. Él metió al convento a su primera esposa, Eudoxia Fiódorovna Lopujiná con quien al parecer vivió en descontento, y a su hermana Sofía Alekséyevna también, por conspirar y tratar de quitarle el poder. Hay varias historias de damas enviadas al convento para su reclusión total y desaparición de la vida de un hombre, actividad que no debe ser alabada, pero, carajo, ¿a quién no le gustaría de vez en cuando mandar al jefe, al papá, a la mamá, a la suegra, al profesor, al policía, al jefe de gobierno, al presidente mismo… ¡al convento!



Imaginen la sarta de alimañas juntas rezando en conjunto a la benevolencia del señor, en hábito carmelita y con coronilla de fraile… un acto bastante gracioso tal vez. Aunque si uno fuera el de la visita monasterial regresaría con poco cabello y mirada perdida al trabajo, la escuela o cualquier círculo social y sería señalado, criticado. Los políticos vivirían pelones. La iglesia, por fin, haría un acto de apoyo a la sociedad construyendo más conventos, donde tal vez algunos se reformarían y podrían elegir otra forma de vida. Hasta podrían aspirar a la canonización. ¿Se imaginan? San Peje, San Fox, San Peña Nieto.



Otro hecho marcado por las sospechas fue la muerte de Alejandro I, quien supuestamente murió en un viaje, pero cuya tumba se encontró vacía el día en que se trató de exhumar su cuerpo en 1926. Este acontecimiento parece sacado de una película, aunque no estaría mal intentarlo. Ya me cansé de mi trabajo/familia/novia(o)/vida/sueldo/país/ciudad/etc., entonces, finjo mi muerte. Incluso empresas especializadas asesorarían al pre-occiso a realizar su acto de Houdini. No, pss por unos pesitos más le aplicamos el pozolazo. Y “kazaaam”… no más vida mediocre en el D.F. Ahora seríamos libres. Sin IFE, sin pasaporte, sin acceso a nuestra cuenta, pero libres. Por una lanita en Santo Domingo nos podríamos poner el nombre que quisiéramos y ser de la nacionalidad deseada. Nos veríamos al espejo, y diríamos: a partir de hoy mi nombre ya no es Pedro Infante Gómez, ahora soy Nikolay Sviatpolsk Nikoláyevich Mirski, nombre impronunciable hasta para uno mismo, pero muy feliz con el cambio.



El evento más sonado, llevado a las pantallas por Hollywood es el asesinato de Grígoriy Yefímovich Rasputin, charlatán que controlaba al hijo menor y único heredero de los Románov, el Zarévich Alekséi Nikoláyevich. Controló entonces a la mamá y al padre de poco carácter, llegando a tener la mayor influencia en la toma de decisiones de los últimos zares. La familia Yusúpov (cuya princesa era la digna representación de Venus sobre este planeta, tan sólo vayan a admirar su retrato en lienzo en una de las salas y lo podrán ver) le invitó una tarde a cenar, envenenando toda la comida. Él la engulló sin problemas. Después le dispararon, y lo aventaron al río Neva, donde según la autopsia murió ahogado, no de lo anterior. Antes de morir predijo que cuando él falleciera los Románov no podrían ver pasar 2 años, pues caerían también. Él murió en 1916, ellos en 1917.


¡Vaya que salí contento de la sala! Estas historias de alcurnia donde afloran compadrazgos, dedazos, poignon (lana) como dirían los franceses, intrigas, conspiraciones, atentados, fusilamientos, engaños, traiciones, ideales, simulaciones, espejismos, autocracias, rebeldes, amores, convenios, parecen una vida de novela, pero no lo son, al contrario, inspiran historias literarias, pero, ¿se imaginan vivir siempre atrapados en las páginas de Las llaves del reino, La fiesta del Chivo, Dr. Zhivago, etc. y ser siempre la parte gobernante?


Esto no pretende ser una apología porque además estoy consciente de que al menos la percepción es que ser gobernado es más fácil que ser gobernante. Sólo trato de usar la empatía. Ver morir fusilados a tus seres queridos junto contigo es lo mismo si estás en Aushwitz-Birkenau, en Siberia, en Guantánamo; de parte de los rojos, de los blancos, de los fascistas, de los carrancistas, de los revolucionarios.



La guía mencionó una frase que me gustó mucho: “el pasado no ha pasado”, suena a cliché barato, lo sé, pero la importancia no reside en la estética de la frase, sino en el fondo. Los museos pertenecen a páginas antiguas del pasado que nos envuelven y nos hacen revivir aquellos momentos cruciales para miles de seres. Nuestras vidas son consecuencias directas de su existencia. Mi escritura, al menos esta vez, lo es.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Trascendencia y capacidad intelectual. José María Iglesias y su estudio de la Historia.



Mentes brillantes hacen falta hoy en día. Mentes eruditas, informadas, comprometidas y sí, tal vez hasta idealistas, soñadoras. Hace casi dos siglos (1823) nació en México un personaje fundamental para nuestra historia, que deja un legado de enunciados bien estructurados, lector y al parecer buen comprendedor de Bossuet, Fenelón, Petrarca, Saint-Breuve, de los enciclopedistas; de Spencer, Taine, Michelet, Mommsen, Jacolliot, Gibon, Victor Cousin, entre otros.


Un personaje que no se ha elevado en la vitrina histórica a la altura de Juárez, Sierra, Vasconcelos o Lerdo de Tejada, pero igual contemporáneo de los reformistas quien les aportó las bases sólidas del conocimiento a fondo de su materia, el Derecho, ese pilar indiscutible que nos aleja del intercambio de violencia para establecer la cotidianidad, aunque en ciudades como nuestro defecito al parecer nos acerca en su representación de acto circense político o sus vaivenes en la hamaca del poignon* como con la ley Televisa-TV Azteca o las concesiones de Creel a las casas de juego. Retomando la frase hobbesiana, y agregándole: El hombre es un lobo (mercenario) para el hombre.


Regresando al tema, este estudioso de Derecho, Economía, Filosofía, Historia y demás ciencias humanas estableció un tema que creo fundamental en la historia, el presente y el porvenir de México. Nos engancha en su cuerda y bien estructurada forma de pensar a través de un escrito inédito y poco conocido hasta 2002, El estudio de la Historia.


Refiere una escasez de capacidad para completar el estudio de la historia en nuestro continente, especialmente en México, y nos informa de la poca valoración de nuestros acontecimientos pasados en el viejo continente e incluso en los territorios norteños que se extienden a partir del río Bravo. Trabajó como parte integrante y fundamental en la administración pública y como liberal libró batallas y recibió golpes inherentes a la época de parte de sus contrarios conservadores en varias ocasiones, librando la eterna batalla del mundo político mundial.


Fuera de la vida cotidiana lo que me interesa no sólo es su brillante obra, sino la trascendencia que tiene, el dinamismo intelectual fundamentado en ese estudio de la necesidad de incorporar un método funcional, transparente, racional, cimentado, del estudio de la Historia. Retomando una frase de Graham Greene, Los historiadores son personas que se interesan por el futuro cuando éste ya ha pasado.


Y precisamente fue lo que hizo Iglesias. Retomado (el espíritu de historiar con visión Iglesista) después por Icazbalceta o Prieto, y cercano en sustancia a la obra de Justo Sierra, Iglesias alcanzó su cometido, creo yo, de manera póstuma no como actor físico de la obra de historiar, pero dejando semilla en sucesores que le estudiaron y practicaron su oficio con esa visión que ahora perdura y si no se universaliza, al menos se hispanoamericaniza.


¿Qué necesita México para tener una nueva camada de intelectuales que integren un movimiento tan importante como los de la Reforma o los del Ateneo de la Juventud (después llamado de México)? ¿O es la hora del individualismo intelectual?


¿Cómo podremos interiorizar los actos de hombres tan eruditos y tomar prestadas esas ansias, esas capacidades para ataviar nuestros actos consuetudinarios?


¿Es que es imposible transmitir un conocimiento como el de Iglesias, orientado a mejorar el talento de nuestros educandos, mi estimada Elba Esther?

¿O es ahora que nuestros nuevos intelectuales (los vigentes en edad productiva y activa hoy) deben de idear mecanismos de lucha contra viejas estructuras como los sindicatos, los compadrazgos, los dedazos; para implementar (también hay mucho trabajo en la administración pública) una política educativa de calidad?
*poignon=dinero, lana, billullo, money, morlacos, morralla, etc.

sábado, 14 de febrero de 2009

La pluma y la tinta. Divagaciones sobre el hecho de la escritura.


Cuando avisé a una amiga de la creación de este Blog simplemente me miró de forma extraña y me dijo: ¿Pues que no tienes nada qué hacer? Eso al principio me pareció de mal gusto y después me hizo reflexionar, ¿pues es que los que escribimos (iba a decir escritores, pero en mi caso sería escribidor y para no sonar tan poco atractivo, le ponemos un velo de impersonalidad) verdaderamente sólo aportamos palabras al mundo?

Sería curioso realizar un estudio sobre la vida cotidiana de los escritores en la historia de la Humanidad. Un examen en un aula, con todo un día para responderlo, pues los fallecidos podrán dejar un último rastro material en este planeta de esta forma.
Recuerde que los resultados serán publicados y traducidos a todas las lenguas. No se cohíba, usted ya forma parte de la cultura, este ejercicio no modificará la percepción mundial sobre sus capacidades literarias. No se reprima. Exprésese libremente. Tome la actitud misma que solía tener al escribir, alcohol, tabaco y drogas permitidas en la puerta de la derecha y las más pesadas deberán ser compradas en la puerta de la izquierda, sólo trate de mantener la capacidad de ver y escribir. Las drogas no pueden llevarse a los cuates.
Responda con cuidado, con esmero.

1. ¿Se considera usted un escritor, un escribidor o un escribiente?

Pregunta difícil que nos costaría a varios un examen profundo de consciencia, en donde cualquier demonio interno nos pondría en jaque ante las ufanadas pompas airosas y egocéntricas, después dudaríamos en etiquetarnos en cualquiera.

Tal vez tres interrogados inventarían un cuento sobre los personajes, uno haría de esto su fundamento para la apología de la libertad de no ser rotulado, otro reiría mucho al ver la pregunta y contestaría fácilmente, posiblemente veríamos por ahí un no sé; dos más harían un poema enunciando sus sentimientos heridos sobre el juicio de valor que ha acaecido sobre ellos, uno en soneto petrarquista, otro en poesía contemporánea (no rima, no tiene ritmo, no se agrupan los enunciados en párrafos, no hay métrica, pero tiene MUCHO fondo…), y la mayoría dejaría su mente el 80% del tiempo en esta pregunta.

2. ¿Cree usted que el hecho de escribir, definido por la DRAE como 1. tr. Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie; 2. tr. Componer libros, discursos, etc. U. t. c. intr.; 3. tr. Comunicar a alguien por escrito algo. U. t. c. intr.; 4. tr. Trazar las notas y demás signos de la música; 5. prnl. Inscribirse en una lista de nombres para un fin; 6. prnl. Alistarse en algún cuerpo, como en la milicia, en una comunidad, congregación, etc.) figura como una actividad significativa para la humanidad? ¿Sus escritos se considerarían dentro del rubro trascendental?
Si yo fuera el encuestado esta pregunta me podría sentimental y compararía, de mala manera, los escritos de Virgilio, los de Platón, los de Víctor Hugo y demás banda literaria importante contra los míos y obviamente me pondría a llorar como un niño al que le compraron un helado y al soltar la primera lamida se le cae la bola al piso sin siquiera percibir el sabor. Envidiaría al primer escritor de la humanidad (ya sé que la escritura es un acto social y no se puede hablar de un primer escritor, sino de un pueblo que como forma de comunicación haya institucionalizado el uso de los signos escritos para su desarrollo… bla bla), pero indudablemente tuvo que haber uno o dos o cinco o los que sean, pero que fueron los primeros. ¿Cómo compararse? El simple hecho de dibujar un signo reconocible por otro fue el acto más valioso que ese ser humano tuvo en la vida, aunque no lo haya podido firmar. ¡Dichoso!, anónimo, pero ¡dichoso! Claro que eso de dibujar pictogramas para comunicarse era todo un arte, y en mi caso mejor hubiéseme dedicado a la oratoria, o la caza, porque los dibujos y yo no hacemos “clic”. Me imagino tratando de dibujar una mujer y más pareciera un trasvesti atropellado que esas hermosas curvas que todos conocemos.

3. ¿Porqué escribe usted? ¿Porqué escribe usted de esa manera específica? Tome esa como la(s) forma(s) más común(es) que usted utiliza en la expresión escrita plasmada en sus textos.
Hay respuestas que me gustaría, de verdad me encantaría leer. Por ejemplo, una respuesta honesta, veraz, sincera, transparente, a la segunda pregunta de parte de Cortázar. Esperando que no me asalte con una respuesta titulada la Continuidad de los blogs, me llenaría y comprendería su faceta. Una respuesta borgiana o alfonsinareyista me encantaría para la primera.
Seguramente hasta Lacan sacaría a relucir a Freud en estas respuestas y pasaríamos por las etapas de niñez de muchos, haciendo regresiones y causando imágenes ya olvidadas, desenpolvando paradigmas.

Y si esto fuera un reality show, sería el más visto por muchos de nosotros que repelamos de ese tipo de entretenimiento, y formaríamos grupos, yo estaría tal vez del lado occidental de la escritura (lo siento Lao-Tsé), apoyando a Lovecraft, a Monsivaís y a Ortega y Gasset. Cada quien su bando, cada quien su camiseta. Y al final, no sería el rating el ganador, ni el que haya vendido más obras, ni el que haya influido más en las letras. Sino el espectador que pudiera, con este simple juego, tomar una pluma y un papel, una compu con un programa par escribir y empezar a plasmarse a través de las letras, por la simple razón de responder estas preguntas. Tal vez sea un idealismo, tal vez sea una imagen mental con formato de kínder y contenido de paja, pero el que logre responder con franqueza estas preguntas (al menos yo no he podido) será una persona con un nivel de autoconocimiento superior al de la media.

Xavier Velasco seguramente me dirá que las historias lo encuentran a uno y que son ellas mismas las que se recuestan sobre la pluma (o el teclado) para ser extendidas en los lienzos de la escritura (como el comienzo de su explicación de la razón de su novel Diablo Guardián), pero al final creo que aunque las historias mueven la pluma, uno es el que decide el color de la tinta.

jueves, 12 de febrero de 2009

Desde las aulas de la UNAM


Pues heme de nuevo con ustedes, madurando la forma de expresarles la nueva idea que ahora escolta mi imaginación, espero no halle el lugar incómodo, que se me fuga o se me va sin siquiera dejar el pago de la estancia. Decía Hipólito Taine: “Nada tan peligroso como una idea amplia en cerebros estrechos.” Ahora me pregunto cómo es que muchos han caminado por la Tierra sin una hidrocefalia marcada.
Todo nació el día en que una obra literaria quedó desacomodada del librero. Yo recordaba la portada pero no haber siquiera echado un vistazo a la hoja legal, no recordaba su lomo y menos sus solapas. Su olor me era insólito, su sola presencia parecía indigna junto a los demás volúmenes que no le dejaban ni respirar.
Era un extraño para mí como yo lo era para él. Es como darle hospedaje a un insecto nocturno (como las palomillas) que estará activo cuando uno ponga la oreja en la almohada y de que uno se despierta poco puede advertir del somnoliento animal. Decía algo así como “El Ateneo de la Juventud. (A-Z)”, De un autor llamado Fernando Curiel Defossé. Me asaltó la tentativa de acercarme a acomodarle y al llegar preferí cargarlo conmigo para hacerle un espacio en otro lado. Como es costumbre, olvidé la intención, le paseé y terminó en mi bureau al lado de Stephen Hawking, H.P. Lovecraft, de Neruda, Borges y compañía. Hube terminado las obras anteriores y quedóse sólo el libro de Fernando. No me llamaba mucho la atención, pues, como todos en primaria y secundaria, llevé historia de la Literatura Hispanoamericana y sí, el profesor era más aburrido y arrugado que una momia con estrías.
Recordaba el movimiento del Ateneo vagamente, y a pesar de mi incursión en la Universidad Nacional Autónoma de México, los Vasconcelistas y HenríquezUreñistas se me habían escapado del camino. Algo sabía yo de Alfonso Reyes (poco más que decir que pasé sin mucho sol y con más sombra por el Colegio de México, capítulo de mi vida que ya después describiré). Una noche solitaria en que desesperado pensaba en que la mariposita salvaje no era todavía mía y estábamos en un estira y afloja, aunque sí me respondía mis poemas y eso era ya un alivio para el alma, los ateneístas se esforzaron en guiñarme el ojo y un resplandor repentino me hizo voltear a verlo.
Tomé una chelita y dije: “bienvenido maestro, empiézame a contar tu historia”. Desenvolvíme entonces en el prefacio-alcóholico más que interesante y descubrí a través de esas páginas muchas personalidades de principios de 1900. Llegaron a mi mente las tertulias y reuniones de los congregados y casi me pude desenvolver en las aulas y los campos de la Universidad Nacional Autónoma de México. Imaginé el centro de la Ciudad en ese entonces y percibí la inquietud incesante que poseían ese aglomerado de intelectuales.
Cambio, revaloración de íconos, nueva filosofía, creación y exposición de obras de arte, cooperación hispanoamericana, un verdadero nodo sobre el que se articularía el origen de la literatura de 1906 a 1914. Muchos insisten, según Defossé, en hacer listas, enmarañar y deshilachar quiénes fueron los más importantes del movimiento, que si Matute hace una lista, que si Krauze la verifica y le añade etiquetas, que si Monsivaís aprueba o no a los que le apetece… Es un juego de plastilinas y colores con los que los historiadores, sociólogos, politólogos, regresan a la infancia y nos presumen cómo quedó la pieza de cada quien.
Parece que regresamos a maternal y nos dicen: la mía tiene cara naranja; pues la mía es verde y sólo tiene una nariz roja, y la mía es un escándalo porque está desnuda. Unos citan a los nietos de los Ateneístas, otros les piden documentos y al final cada quien debe decidir quién tiene el alebrije más bonito…

Y lo atrayente sería saber exactamente (conozco las implicaciones de esta afirmación pero el ideal histórico del espectador de cámara de cine es irresistible) cómo sucedió el grupo, dónde residía su cohesión, cómo pasaban las reuniones, quién se oponía a quién, ubicar la etiqueta con la cara del feo, el fuerte, el sabio…

Y sin embargo una cosa sí reprocho a los Ateneístas, ¿dónde quedó la inclusión de la mujer? ¿el nombre femenino es inexistente en sus listas? ¿era un grupo excluyente del sexo opuesto o sólo es que ellas nunca se acercaron a las actividades?

Hundido ya en estos pensamientos surgió la idea de reorganizar un grupo de discusión, claro, sin tratar de copiar este formato, con diferentes metas y pensando en un homenaje a los miembros de 1909. Esto sería imposible de recrear. Pero es plausible que un movimiento de revaloración de la UNAM se lleve a cabo desde sus aulas. Los problemas contemporáneos de la juventud y la percepción del exterior dista mucho de la de 1909, las formas, las instituciones, la cultura ha cambiado. ¿O no?

Todo empezará como un grupo de discusión, de lectura, de invitación a la socialización intelectual, actividad tachada en los groupes de pairs actuales en la UNAM. Al parecer uno sólo se puede reunir a embriagarse con un tema vacío en los labios y música estridente. Las conversaciones sobre la ropa, los automóviles, las nuevas tecnologías, los chismes y demás hechos vanos van y vienen como polvo en un torbellino. Al final sólo el malestar del alcohol invade las cabezas de los crudos post-fiesta y nada constructivo salió de esa unión. La palabra es un don poderoso, es un medio de transmisión de energía entre nosotros, los seres depredadores supremos.

¿Entonces ya murieron las tertulias? ¿Esos grupos de personas que se sentaban, sí tal vez a disfrutar un buen vino, pero acompañado de una calurosa discusión racional y constructiva, ya perecieron? Yo creo que sólo se han transformado y ahora es cuando debemos demostrar que si la Universidad posee tantos estudiantes y académicos, la suma de ese capital humano e intelectual nos convierte en el centro educativo más grande de Hispanoamérica para realizar un cambio de mentalidad, un análisis crítico de nuestro entorno y podemos comenzar a trazar las líneas de lo que llegará a ser nuestro futuro. Y cada quién añádale sus gustos, ya veo un Picasso pintando todos los planos de la imagen por aquí, Dalí con todo y sus bigotes se pelea con Rius por el pincel, uno ahora quiere caricaturizar el surrealismo y el otro quiere surrealizar la caricatura.

Y da la tarde y el solecito me pega en la ventana, indicándome que pasan de las 3, y si no me avoco a la tarea de Planeación Estratégica mi esfuerzo de este semestre será en balde. Mejor será que continúe otro día con mi plática, muchachos.

Un saludo.

Bienvenidos, estimados lectores.


Pues este es un texto que pretende dar la bienvenida a los lectores, aunque las divagaciones propias de un escritor amateur se hacen presentes. De manera formal agradezco la visita de ustedes, esperando que mi prosa no les sea indigesta. Saludos.


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Y yo que pensé siempre que era una persona de bien, sólo ahora me doy cuenta de que estoy hecho para las letras, esos signos cuneiformes que dan vida a los pensamientos más vagos de los que nos decimos, en palabras de Xavier Velazco que alguna vez lo vi en un canal de televisión, el único que vale la pena de vez en cuando, “escritor sólo es aquél que logra ser lo suficientemente necio para quedarse en el hecho de la escritura”.


Ahora que todo es claro puedo encontrar paz en el fondo de mis pensamientos, y considero que el marasmo de ideas que siempre he traído encima son normales. Porque los escritores, por lo que he podido observar, antes que nada, somos buenos oradores (o al menos creemos serlos y por eso siempre estamos hablando, con o sin auditorio alrededor).


Somos seres arborícolas porque siempre en la cabeza (las ramas) tenemos metidos a nuestros escritores modelo, ideales inalcanzables en forma, estilo o tiempo salvo pocas excepciones, que rondan cada escrito con centelleante paciencia, una lupa en la mano y un ojo clínico, además de un crayón rojo en la otra que subraya aquí y allá los errores fatales que surgen en estas páginas plagadas de ideas inconexas o de frases sobrantes, falta de preposiciones y sobra de muletillas, párrafos engullidos que dejan atrás sólo 2 enunciados en un vacío entre un título y otro.


En el corazón (el tronco) incluimos las obras más entrañables, aquellas que nos definieron como lectores ávidos, como niños lectores que se identificaron con un cuento de héroes o de piratas, de playas azules y animales fantásticos, de cuentos de horror que causaron múltiples pesadillas que pueden persistir o de historias de lugares utópicos o imposibles de encontrar físicamente, pero que por alguna razón nosotros sabemos que algún universo paralelo contiene.


En las raíces tenemos cada nuevo libro, escrito, vivencia, canción, etc. cualquier cosa que nos alimente para seguir viviendo la experiencia del proceso de creación con todos los instrumentos que nos acerca el mundo exterior. Ese es nuestro verdadero alimento y retratamos nuestras vidas en estas tablas de arcilla a fuerza de cincel y mazo. Cada letra queda llena de un ADN perenne que será nuestra forma de trascender, nuestro concierto eterno lleno de desvarianzas y aciertos, a veces mucho más constructivas las primeras que las segundas, y esto, sentimos, nos llevará al mundo que no pueda visitar nuestro efímero organismo.


El proceso de convertirse en una persona escribiente no es fácil. Más de una vez me han tachado de “raro”, “diferente”, “apartado”, “correcto”, “incorrecto”, “chorero”. Mis lectores han pasado por toda gesticulación posible. Al terminar un escrito incluso algunos pierden expresión, y dan media vuelta para nunca hablarme de nuevo. ¿Es esta una profesión de resistencia entonces, mi estimado Velazco? Vaya que llevo poco en este rubro y hasta de mí mismo caigo rendido. Porque bien decía un griego que uno nunca se baña en el mismo río, y vaya que es cierto, pues al releerme puedo incluso estar en desacuerdo con lo que una vez escribí y/o pensé, aunque jamás arrepentido.


Lo que sí observo con tristeza y con miedo es la poca lectura que se ejerce en el país, al menos en mi generación. Esta ola de nuevas tecnologías de la comunicación han dado poco más o menos una ayuda a los medios que antes eran hegemónicos para establecerlos como tales y desplazar la libertad que uno tenía de leer sin luz eléctrica o de pararse en las bibliotecas y librerías, tan bonito que es plantarse a leer un libro en la librería de tu preferencia y no pagarlo. Vas lo lees de a ratos en algunos días, y no lo pagas. Y ahora mucho de lo que viven los jóvenes es una reproducción masiva de resúmenes de libros y de críticas de los mismos. Se ha reducido la capacidad de análisis sobre la población estudiantil. Aunque ya hay escritos que pueden pasar completos del autor a su lector sin intermediarios, o libros enteros escaneados o convertidos a formatos que permiten su lectura en la red. Y nos adentraremos entonces al viejo tema filosófico de las ventajas y desventajas de la tecnología para la humanidad.


Por eso la próxima entrega de este blog tendrá como fin explicar mi Proyecto en la UNAM que cuenta ya con algunos inquietos como yo que pretedemos crear un cambio.