miércoles, 25 de marzo de 2009

Actividades indispensables en la vida de todo ser humano.


"Having a son, planting a tree and making a blog"
"Avoir un enfant, planter un arbre et faire un blog"

To blog or not to blog...


(Bloguear o no bloguear, esa es la cuestión)

martes, 24 de marzo de 2009

Sturm und Drang: tempestad e ímpetu.


Bueno, pues no morí. A pesar del autoritarismo, la humillación y los gritos ensordecedores del coach, la práctica transcurrió sin mayor contratiempo. De ahí pasé al gimnasio y después tuve el momento más glorioso de estos días. Pude ver a mi mariposita. Algo asombroso, de verdad. Extrañaba sus manos. Su cabello. Su mirada. Su voz. Ver esa sonrisa que tiene cuando me ve.


Me declaro adicto a los marasmos sentimentales. Es mucho más interesante pasearse por la vida con algunos conflictos de amores y desamores. Es divertido cuando hay amores, adrenalina, feromonas, endorfinas, chocolates y flores; besos, caricias, roces, zonas húmedas, calor, intensidad, deseo, pasión. Digamos que todos los temas relacionados con el período romántico que respondió inmediatamente al Clasicismo. Puramente individual, subjetivo. Pero siempre enalteceiendo la libertad como estandarte para luchar contra los esclavismos racionales, metódicos, de respuestas frías y sobreevaluadas. Louis Charles Alfred de Musset enunció que el único idioma universal es el beso. ¿Alguien quiere charlar conmigo? Ja, ja.


Aunque los desamores también tienen lo suyo. Y el cuadro de Caspar David Friedrich creo que lo ejemplifica perfectamente, por eso lo puse de ilustración. Un desamor siempre te conduce a la reflexión. Un desamor desestabliliza el mundo cotidiano y te lleva a conocer tus alcances. Esa diferencia de la exaltación de ideales, de búsqueda de lo genuino, lo natural, es sin embargo, mortal. Porque nos lleva a la confrontación extrema de dos mundos disímiles: el antes mencionado y el habitual, el real. Para eso está el suicidio. Pero ¡hey!, sin esta parte de cursilismo, sin este sentir patético (DRAE: Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.) no habría EMOS, ni Darks, ni artistas, ni deportistas, incluso creo que muchas ORGs como Greenpeace no existirían. Entonces concluímos que el desamor es constructivo, creativo en consecuencia. La melancolía es la felicidad de estar triste, dijo Víctor Hugo.

¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Poeta español.

La importancia del vano (para muchos) sentimentalismo estribó en el Romanticismo en que, para empezar, la obra teatral en la que se sitúan muchos críticos y conocedores de las corrientes artísticas para dar inicio a la corriente romántica es Sturm un Drang, Tempestad e ímpetu; de Friedrich Maximilian Klinger. Una pieza que resalta la subjetividad personal, el malestar del hombre en la sociedad. A esta le siguieron obras de Goethe y de Schiller.
La relevancia personal que le imprimo es que en el mundo del sentimiento vive mi poesía. No he escrito un Sturm un Drag, ni un Macbeth, pero siempre la entraña, el corazón, la tripa, es donde surgen muchas ideas, odios, amores, versos y canciones.
Hoy en mi entraña revolotea una mariposa.
Gracias.

lunes, 23 de marzo de 2009

Ya lo veremos Logia.


Quince minutos para escribir. Será un ejercicio dadaísta o mejor, una elección equivocada de todas las palabras y temas, pero hoy se presenta así la ocasión. Incluso puede ser mejor. Escrito menos ataviado, menos glitter, menos shining. 45 segundos menos. Y sí leí un poco de la novela Diablo Guardián y puedo decir que me está costando. No por la extensión o por la historia. Es el monólogo. Me cansa mucho estar leyendo un monólogo de una niña de 16 años que encarna la versión femenina del sarcasmo y el materialismo, y alternado el show el valemadrismo bajo, sexual, impávido, de su colega Pig. Claro que una novela tan cansada deja lugar a más reflexiones.

12 minutos. Incursionaré en las actividades deportivas en la UNAM. Espero poder entrar al equipo de americano. ¿Un deportista de americano que antes de entrar se va a escribir una entrada en su blog? Una vez más el adjetivo que más me ha acompañado en la vida resurge: raro. Un amigo se rompió la pierna en tres en esos entrenamientos. Yo quisiera que me rompieran la voluntad o la terquedad o la rareza. ¿se podrá? Él ya no puede caminar. Pero no me preocupa, pues hasta Stephen Hawking escribe. Así que a menos de que termine encamillado en coma, seguiré con estos escritos. Es lo mío. A pesar de los muchos cambios que he tenido en la vida, es lo único que me apasiona realmente. Escribir. Y leer. Vaya, qué simple suena decirlo y qué trabajo me ha costado darme cuenta.

9 Minutos y la mariposita no me llama. Yo tampoco le he hablado. A veces siento que se aleja de mí porque la canso. ¿Y quién no? Al parecer raro viene acompañado de un aspecto no muy agradable, como el mío. Dicen que soy complicado. A las mariposas les gustan las flores y yo disto mucho de ser una planta. Si me comparara con un animal... pues tendría que recurrir a alguien más para que lo hiciera. No puedo compararme. A ver qué animal dice la mariposita que soy. ¿Me querrá? ¿O sólo viene porque tengo colores brillantes como flor, pero cuando vea que soy venenoso se irá volando? Eso... tendría que ser venenoso. Pero llamativo.

5 minutos. Ya debo ir al campo. Solo, mi compañero no llegó. Es como ir de camping a la trinchera cuando empezó la 1era guerra mundial. No sé nada de americano. Sé las reglas. A veces jugaba con mis cuates. ¿Pero en campo oficial? Jamás. ¿Con coach? Nunca. A ver qué rol tengo en el juego de estrategia.

1 minuto. Para recordar que la vida me tiene que cambiar este año. O sea que el mundo cambiará este año ¿anhelo la trascendencia?. ¿Me leo muy seguro o muy soberbio o muy tonto?

Ya lo veremos Logia.

viernes, 13 de marzo de 2009

Matrix literario vs. Recursos Humanos






No, no, no y no. Me rehusé a entrar a esa clase matutina de Administración de la remuneración. Y es que no me parece agradable estar enconchado en clase, escuchando un debate sobre si a las personas debe de llamárseles capital o recurso humano. Y dicen que los aforismos deben ser resultado de la experiencia. Al parecer los que discuten la definición antes dicha en vez de ser administradores deberían ser paremiólogos.



Cuando uno entra a una conferencia, una clase, una película, lee un libro o se encuentra enfocando la atención totalmente en una consecuencia de la mente de alguien más creo que nos convertimos, nos moldeamos. Ingresamos al universo ajeno como bolitas de plastilina sin forma, y el contenido, las emociones, la estructura, el fondo, en sí cualquier elemento que recibamos nos transforma. He ido a clases donde salgo con personalidad de Shakespeare, o de Steve Jobs o de Obama o cualquiera de las mil y un babuchas que me he enfundado. Algunas me quedan, otras... mejor las retiro, pero gozo de una personalidad ajena por un momento. Pero en esa clase hasta los zapatos de Changoleón me quedan grandes. Salgo haciendo gala de convertirme en un antirecurso humano, o sea un indigente, un escaso, una penuria, una carestía o un desvalido.



Me llegué a encontrar en esa clase con mis páginas llenas, retacadas de dibujos que representaban mi anhelo de salir volando y escribir. Por aquí una playa, por allá un ave, por acá un equino en pleno hipódromo… y lo decidí. La valuación de puestos y la justa remuneración cursadas de 9 a 11 en el salón D105 de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México no serán jamás mi fuente de ingreso, de satisfacción de necesidades maslowianas, no y no.



Es mucho más intenso, agradable, gozoso echarse un café y leer a Taine, Spencer, Spinoza, Iglesias, Vasconcelos, que escuchar chucherías baratas y discusiones sin fondo de aforismos pseudointelectuales. Y sé que el resultado de entintar la hoja o de teclear letra tras letra en la compu siempre resulta desvariado, íntimo, exhibicionista, desleal. Pero, ¿no es precisamente ese sentimiento el que alienta al escritor a conformar sus enunciados? Y es grave porque puede volverse una adicción. Una completa obsesión, una necesidad más grande que la de comer: Al principio uno escribe después de alimentarse, después comparte ese tiempo de teclear o garabatear con una mordida de torta y un café... y cuando son profesionales se sumergen en su Matrix (en vez de ver un montón de numeritos como en la película, ven en letras) y el alimento son ellos. Yo apenas estoy en el segundo estadio, al parecer.



¿Escritor de profesión, cómo se llega a serlo? Creo que debes de vivir ensimismado en las olas de las letras que ordenas una y otra vez, una vez más, como ladrillos que nunca deben ser iguales, pero deben tener simetría, sustentarse, combinar, ser coherentes, verse bien, ser originales, no aburrir y, además de todo, expresar ideas, historias.



Por el momento mis historias se arrumban una tras de otra y la edificación es más una Torre de Pisa que un Palacio de Versalles. Algo al menos me alienta. Salir de la clase para entrar al mundo cibernético exige pasar entre la gente normal (así me lo han recalcado, creo que es aquella que habla de temas menos aburridos que yo y encima no se responsabiliza por ingresarlos a un blog, además cuando vienen a la facultad no piensan en escribir, sino en forjar su mente como un subterfugio de índole neoliberal y trabajar para Big Company con un salario de perro famélico y un horario de mula citadina). El caso es que pasar entre ese desfile de individuos me lleva a toparme con una o dos nenitas que de repente pasan y te guiñan el ojito, así, como no queriendo.

No serán Érato, Clío, Terpsícore, Melpómene, Talía, Urania, Calíope o la más sucia: Euterpe (es la más sucia porque toca la flauta, jaja). Pero si algo tengo es imaginación con las chicas y las visto de toga, las recuesto en esas poses de orgía romana, les invento una personalidad interesante y me deleito con esas comedias, óperas, tragedias mentales. Sí, ya sé lo que están pensando: este wey no tiene nada qué hacer, qué patético, cero realista…



Pero los que les dedicaban culto a las musas en Pieria, y aún hoy en día habemos algunos, invocamos las curvas sublimes de una mujer a la falta de materia en el pensamiento, pues de tenerlo vacío a llenarlo con los olores y sabores femeninos, prefiero lo segundo y muchas veces proporcionan las palabras y hechos que son materia prima de la escritura. ¿Robo de identidad? No lo creo, es sólo el incremento de las variables en el escenario, es un plus, un stock que nos saca de apuros en el momento de presentar la obra en el teatro ateniense. Está bien, seré más apegado a la realidad: son agarraderas chilangas y necesarias que te sacas de la manga cuando no te sale nada de la mente y la hoja está en blanco. ¿Felices?



En fin, sigo defendiendo la actividad estenógrafa sobre la de ser un escucha pasivo en una clase que sólo proporciona olores humanos concentrados, y a veces penas ajenas, a veces divertimentos en los que la pobre oradora no puede mantener la atención de un montón de nosotros sobre la materia más aburrida de la carrera. Lo mismo dirá ella de mí si leyera este blog. Citando a Oscar Wilde para defenderme “No existen más que dos reglas para escribir: tener algo qué decir y decirlo”. Además aquí me lee quien quiere y nadie se queda a la fuerza. Sólo yo. Ya escuché: ¡Obsesionado!

viernes, 6 de marzo de 2009

De visita por el Museo de Antropología de la Ciudad de México.


Pasando revista por el museo de Antropología, con ansias extremas de conocer la exposición de los Zares, y de paso reposando del trabajo, pues alguna vez Oscar Wilde nos mencionó que "El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer”, transité esas salas en busca de otro mundo.

Me sorprendí por el hecho de ver piezas de esa región asiáticoeuropea tan maravillosa y todas junto a las salas de los toltecas, mayas, otomíes, y demás co-culturas. Nos hablaron de la primera ciudad rusa importante, Nóvgorod. Situada arribita de San Petersburgo, cuna de la raza Rus. Me instruyeron sobre las 35 letras de su abecedario y vimos piezas que realmente me deslumbraron. Me inquietó la idea de tener tan cerca el estilo de vida de la crème de la crème rusa. Un dato que me dio mucha risa de los gobernantes fue el siguiente: nos empezaron a hablar del árbol genealógico de los estadistas rusos, y pues empezaron con Pedro I, un grandulón de 2m04cm. Él metió al convento a su primera esposa, Eudoxia Fiódorovna Lopujiná con quien al parecer vivió en descontento, y a su hermana Sofía Alekséyevna también, por conspirar y tratar de quitarle el poder. Hay varias historias de damas enviadas al convento para su reclusión total y desaparición de la vida de un hombre, actividad que no debe ser alabada, pero, carajo, ¿a quién no le gustaría de vez en cuando mandar al jefe, al papá, a la mamá, a la suegra, al profesor, al policía, al jefe de gobierno, al presidente mismo… ¡al convento!



Imaginen la sarta de alimañas juntas rezando en conjunto a la benevolencia del señor, en hábito carmelita y con coronilla de fraile… un acto bastante gracioso tal vez. Aunque si uno fuera el de la visita monasterial regresaría con poco cabello y mirada perdida al trabajo, la escuela o cualquier círculo social y sería señalado, criticado. Los políticos vivirían pelones. La iglesia, por fin, haría un acto de apoyo a la sociedad construyendo más conventos, donde tal vez algunos se reformarían y podrían elegir otra forma de vida. Hasta podrían aspirar a la canonización. ¿Se imaginan? San Peje, San Fox, San Peña Nieto.



Otro hecho marcado por las sospechas fue la muerte de Alejandro I, quien supuestamente murió en un viaje, pero cuya tumba se encontró vacía el día en que se trató de exhumar su cuerpo en 1926. Este acontecimiento parece sacado de una película, aunque no estaría mal intentarlo. Ya me cansé de mi trabajo/familia/novia(o)/vida/sueldo/país/ciudad/etc., entonces, finjo mi muerte. Incluso empresas especializadas asesorarían al pre-occiso a realizar su acto de Houdini. No, pss por unos pesitos más le aplicamos el pozolazo. Y “kazaaam”… no más vida mediocre en el D.F. Ahora seríamos libres. Sin IFE, sin pasaporte, sin acceso a nuestra cuenta, pero libres. Por una lanita en Santo Domingo nos podríamos poner el nombre que quisiéramos y ser de la nacionalidad deseada. Nos veríamos al espejo, y diríamos: a partir de hoy mi nombre ya no es Pedro Infante Gómez, ahora soy Nikolay Sviatpolsk Nikoláyevich Mirski, nombre impronunciable hasta para uno mismo, pero muy feliz con el cambio.



El evento más sonado, llevado a las pantallas por Hollywood es el asesinato de Grígoriy Yefímovich Rasputin, charlatán que controlaba al hijo menor y único heredero de los Románov, el Zarévich Alekséi Nikoláyevich. Controló entonces a la mamá y al padre de poco carácter, llegando a tener la mayor influencia en la toma de decisiones de los últimos zares. La familia Yusúpov (cuya princesa era la digna representación de Venus sobre este planeta, tan sólo vayan a admirar su retrato en lienzo en una de las salas y lo podrán ver) le invitó una tarde a cenar, envenenando toda la comida. Él la engulló sin problemas. Después le dispararon, y lo aventaron al río Neva, donde según la autopsia murió ahogado, no de lo anterior. Antes de morir predijo que cuando él falleciera los Románov no podrían ver pasar 2 años, pues caerían también. Él murió en 1916, ellos en 1917.


¡Vaya que salí contento de la sala! Estas historias de alcurnia donde afloran compadrazgos, dedazos, poignon (lana) como dirían los franceses, intrigas, conspiraciones, atentados, fusilamientos, engaños, traiciones, ideales, simulaciones, espejismos, autocracias, rebeldes, amores, convenios, parecen una vida de novela, pero no lo son, al contrario, inspiran historias literarias, pero, ¿se imaginan vivir siempre atrapados en las páginas de Las llaves del reino, La fiesta del Chivo, Dr. Zhivago, etc. y ser siempre la parte gobernante?


Esto no pretende ser una apología porque además estoy consciente de que al menos la percepción es que ser gobernado es más fácil que ser gobernante. Sólo trato de usar la empatía. Ver morir fusilados a tus seres queridos junto contigo es lo mismo si estás en Aushwitz-Birkenau, en Siberia, en Guantánamo; de parte de los rojos, de los blancos, de los fascistas, de los carrancistas, de los revolucionarios.



La guía mencionó una frase que me gustó mucho: “el pasado no ha pasado”, suena a cliché barato, lo sé, pero la importancia no reside en la estética de la frase, sino en el fondo. Los museos pertenecen a páginas antiguas del pasado que nos envuelven y nos hacen revivir aquellos momentos cruciales para miles de seres. Nuestras vidas son consecuencias directas de su existencia. Mi escritura, al menos esta vez, lo es.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Trascendencia y capacidad intelectual. José María Iglesias y su estudio de la Historia.



Mentes brillantes hacen falta hoy en día. Mentes eruditas, informadas, comprometidas y sí, tal vez hasta idealistas, soñadoras. Hace casi dos siglos (1823) nació en México un personaje fundamental para nuestra historia, que deja un legado de enunciados bien estructurados, lector y al parecer buen comprendedor de Bossuet, Fenelón, Petrarca, Saint-Breuve, de los enciclopedistas; de Spencer, Taine, Michelet, Mommsen, Jacolliot, Gibon, Victor Cousin, entre otros.


Un personaje que no se ha elevado en la vitrina histórica a la altura de Juárez, Sierra, Vasconcelos o Lerdo de Tejada, pero igual contemporáneo de los reformistas quien les aportó las bases sólidas del conocimiento a fondo de su materia, el Derecho, ese pilar indiscutible que nos aleja del intercambio de violencia para establecer la cotidianidad, aunque en ciudades como nuestro defecito al parecer nos acerca en su representación de acto circense político o sus vaivenes en la hamaca del poignon* como con la ley Televisa-TV Azteca o las concesiones de Creel a las casas de juego. Retomando la frase hobbesiana, y agregándole: El hombre es un lobo (mercenario) para el hombre.


Regresando al tema, este estudioso de Derecho, Economía, Filosofía, Historia y demás ciencias humanas estableció un tema que creo fundamental en la historia, el presente y el porvenir de México. Nos engancha en su cuerda y bien estructurada forma de pensar a través de un escrito inédito y poco conocido hasta 2002, El estudio de la Historia.


Refiere una escasez de capacidad para completar el estudio de la historia en nuestro continente, especialmente en México, y nos informa de la poca valoración de nuestros acontecimientos pasados en el viejo continente e incluso en los territorios norteños que se extienden a partir del río Bravo. Trabajó como parte integrante y fundamental en la administración pública y como liberal libró batallas y recibió golpes inherentes a la época de parte de sus contrarios conservadores en varias ocasiones, librando la eterna batalla del mundo político mundial.


Fuera de la vida cotidiana lo que me interesa no sólo es su brillante obra, sino la trascendencia que tiene, el dinamismo intelectual fundamentado en ese estudio de la necesidad de incorporar un método funcional, transparente, racional, cimentado, del estudio de la Historia. Retomando una frase de Graham Greene, Los historiadores son personas que se interesan por el futuro cuando éste ya ha pasado.


Y precisamente fue lo que hizo Iglesias. Retomado (el espíritu de historiar con visión Iglesista) después por Icazbalceta o Prieto, y cercano en sustancia a la obra de Justo Sierra, Iglesias alcanzó su cometido, creo yo, de manera póstuma no como actor físico de la obra de historiar, pero dejando semilla en sucesores que le estudiaron y practicaron su oficio con esa visión que ahora perdura y si no se universaliza, al menos se hispanoamericaniza.


¿Qué necesita México para tener una nueva camada de intelectuales que integren un movimiento tan importante como los de la Reforma o los del Ateneo de la Juventud (después llamado de México)? ¿O es la hora del individualismo intelectual?


¿Cómo podremos interiorizar los actos de hombres tan eruditos y tomar prestadas esas ansias, esas capacidades para ataviar nuestros actos consuetudinarios?


¿Es que es imposible transmitir un conocimiento como el de Iglesias, orientado a mejorar el talento de nuestros educandos, mi estimada Elba Esther?

¿O es ahora que nuestros nuevos intelectuales (los vigentes en edad productiva y activa hoy) deben de idear mecanismos de lucha contra viejas estructuras como los sindicatos, los compadrazgos, los dedazos; para implementar (también hay mucho trabajo en la administración pública) una política educativa de calidad?
*poignon=dinero, lana, billullo, money, morlacos, morralla, etc.