miércoles, 24 de junio de 2009

Trascendencia sentimental







¿Qué has hecho en este corazón? ¿Cómo es que has conseguido llegar ahí tan rápido? Los revoloteos de tus alas de mariposa te han llevado allí, a posarte en la carne expuesta, en esa parte que me reservaba para que nadie tocase, y a la que con éxito había escondido de muchos besos y caricias que deseaban para llevársela.






No lo niego, el miedo me invade, me asuza, me arrulla con cara de malicia. Amor tenía yo por la imagen de la mujer. Es la efigie inmaculada la que no causa ningún rubor, ni sentimiento cálido. Pero tú, mariposita, tú... te adentraste sin quererlo en mi alma, en mi cuerpo, en mi mente, en mis letras... ¿y ahora qué pasa? Me encuentro de repente en terreno virgen, desconocido.






El otro lado de la relación es muy fuerte. Realmente la llama del deseo se enciende al pensar en tí. Esos momentos de pasión, desenfreno carnal, son monumentos erigidos a Eros. ¿Es normal que cada vez que te vea me sienta tan atraído? ¿Es normal que, además, remuevas fibras de mi pasado e incorpores ardientes hilos de recuerdos, sentimientos y esos te construyan una armadura tan preciosa, tan profunda, que te mantiene unida a mí por la magia que te rodea?






Siempre imaginé una historia de amor contigo. Y después descubrí tu ser, tu alma, tu interior. Y me encantó. Tu eterno reír, tus lágrimas ocasionales, tu sensibilidad escondida. ¡Esos besos inolvidables, llenos de pasión, de ternura, tan tuyos¡ ¡Muérdeme otra vez, por favor¡






¿Cómo saber si es amor? ¿Cómo saber si terminará en lágrimas, amor desenfrenado, o una vez más, un corazón roto, escurrido de anhelos, besos, caricias; fracturado por alguna pena? La razón me pone frenos y me mira a los ojos con cara de condescendencia, pero toma mi mano con rigidez y no la deja ir. El corazón es un percherón desbocado que si por él fuera, podría participar en un circo romano con la firme convicción de vencer a un ejército espartano.






Mira en qué terrenos me tienes, amorcita mía...

No hay comentarios: