martes, 24 de marzo de 2009

Sturm und Drang: tempestad e ímpetu.


Bueno, pues no morí. A pesar del autoritarismo, la humillación y los gritos ensordecedores del coach, la práctica transcurrió sin mayor contratiempo. De ahí pasé al gimnasio y después tuve el momento más glorioso de estos días. Pude ver a mi mariposita. Algo asombroso, de verdad. Extrañaba sus manos. Su cabello. Su mirada. Su voz. Ver esa sonrisa que tiene cuando me ve.


Me declaro adicto a los marasmos sentimentales. Es mucho más interesante pasearse por la vida con algunos conflictos de amores y desamores. Es divertido cuando hay amores, adrenalina, feromonas, endorfinas, chocolates y flores; besos, caricias, roces, zonas húmedas, calor, intensidad, deseo, pasión. Digamos que todos los temas relacionados con el período romántico que respondió inmediatamente al Clasicismo. Puramente individual, subjetivo. Pero siempre enalteceiendo la libertad como estandarte para luchar contra los esclavismos racionales, metódicos, de respuestas frías y sobreevaluadas. Louis Charles Alfred de Musset enunció que el único idioma universal es el beso. ¿Alguien quiere charlar conmigo? Ja, ja.


Aunque los desamores también tienen lo suyo. Y el cuadro de Caspar David Friedrich creo que lo ejemplifica perfectamente, por eso lo puse de ilustración. Un desamor siempre te conduce a la reflexión. Un desamor desestabliliza el mundo cotidiano y te lleva a conocer tus alcances. Esa diferencia de la exaltación de ideales, de búsqueda de lo genuino, lo natural, es sin embargo, mortal. Porque nos lleva a la confrontación extrema de dos mundos disímiles: el antes mencionado y el habitual, el real. Para eso está el suicidio. Pero ¡hey!, sin esta parte de cursilismo, sin este sentir patético (DRAE: Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.) no habría EMOS, ni Darks, ni artistas, ni deportistas, incluso creo que muchas ORGs como Greenpeace no existirían. Entonces concluímos que el desamor es constructivo, creativo en consecuencia. La melancolía es la felicidad de estar triste, dijo Víctor Hugo.

¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Poeta español.

La importancia del vano (para muchos) sentimentalismo estribó en el Romanticismo en que, para empezar, la obra teatral en la que se sitúan muchos críticos y conocedores de las corrientes artísticas para dar inicio a la corriente romántica es Sturm un Drang, Tempestad e ímpetu; de Friedrich Maximilian Klinger. Una pieza que resalta la subjetividad personal, el malestar del hombre en la sociedad. A esta le siguieron obras de Goethe y de Schiller.
La relevancia personal que le imprimo es que en el mundo del sentimiento vive mi poesía. No he escrito un Sturm un Drag, ni un Macbeth, pero siempre la entraña, el corazón, la tripa, es donde surgen muchas ideas, odios, amores, versos y canciones.
Hoy en mi entraña revolotea una mariposa.
Gracias.

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